EnglishPor noveno año consecutivo, el número de países que sufrieron retrocesos en su libertad (61) casi duplica el número de países que avanzaron en este respecto (33).
Esto según el estudio de Freedom House publicado el 28 de enero que analiza la libertad política y civil de 195 países.
El 46% (89) de estos son catalogados como libres, 28% (55) como parcialmente libres y el restante 26% (51) fueron calificados como “no libres”. El informe califica a los países en una escala del 1 al 7, siendo 1 la mejor puntuación.
Los casos más graves se encuentran en el Medio Oriente y el Norte de África (Siria, Guinea Ecuatorial, Arabia Saudita, Sudan entre otros), así como en Corea del Norte.
Este retroceso se debe a un aumento de la vigilancia y control por parte del Estado hacia el individuo —sobre todo en regímenes autoritarios—, restricciones en la comunicación en internet y ataques terroristas.
El reporte concluye que el fortalecimiento de las instituciones democráticas es clave para la libertad de un país. Las practicas antidemocráticas conducirían a crisis humanitarias, y permitirían el surgimiento de grupos terroristas cuyos efectos son internacionales.
“¿Reconocerán las democracias establecidas que los asaltos globales a las instituciones libres representan una amenaza a sus propios intereses nacionales?”, expresa el estudio ejemplificando las acciones que EE.UU. y la Unión Europea tomaron contra Rusia cuando esta invadió a Ucrania.
En cambio, el informe condena que la comunidad internacional no se manifestó en contra de las violaciones a derechos humanos e irrespeto a las libertades cometidos por el Gobierno venezolano.
“La aceptación de la democracia como el modo de Gobierno dominante en el mundo y de un sistema internacional basado en ideales democráticos está bajo amenaza, más que en cualquier otro punto en los últimos 25 años”, expresó Arch Puddington, vicepresidente del estudio, en un comunicado de prensa.
Puddington añade que en el pasado los regímenes autoritarios decían respetar acuerdos internacionales y hablaban sobre elecciones democráticas y derechos humanos. Pero, para el académico, estos regímenes en este momento argumentan la superioridad del unipartidismo y buscan maneras de eliminar las limitaciones de los principios diplomáticos. Un caso emblemático es la invasión de Rusia a Ucrania.
América, continente de contradicciones
El anuncio hecho el 17 de diciembre por Barack Obama y Raúl Castro sobre la intención de Estados Unidos y Cuba de mantener pláticas democráticas después de más 50 años de rompimiento, de ningún modo marcó un punto de inflexión en la libertad en América. Sin embargo, de forma individual, Cuba presentó una ligera mejoría gracias al crecimiento de la prensa libre.
En la otra cara de la moneda, la falta de respeto a los derechos humanos en México (3,0) y Estados Unidos (1,0), con los casos de Ayotzinapa, Iguala, y Ferguson, Misuri, respectivamente, marcaron un retroceso en la libertad civil en América.
Sobresale el caso de El Salvador (2,5), calificado como un país con libertad debido a que posee una fuerte libertad de prensa y expresión, una sociedad civil activa y, desde sus Acuerdos de Paz (1992), ha tenido Gobiernos tanto de derecha como de izquierda. Esto a diferencia de Guatemala y Honduras, que con índices de violencia similares son calificados como parcialmente libres.
Venezuela (5,0) es un país parcialmente libre, que en 2014 fue caracterizado por represión gubernamental durante las protestas estudiantiles de febrero y marzo pasados.
La represión incluyó violencia de las fuerzas de seguridad en contra de manifestantes, arrestos de opositores al Estado, y fallo en la aplicación del debido proceso legal y el respeto a los derechos humanos de los detenidos —más de 3.100 según datos del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea).
Por su parte, Ecuador (3,0) es calificado como un país parcialmente libre. El mayor atentado contra la libertad fue por parte de la Asamblea General de Ecuador, que aprobó una ley que permite restricciones en los medios de comunicación y acoso en contra de periodistas.
20 años de caminos bifurcados
En 1995 el panorama de libertad en América del Sur era ligeramente distinto al actual. Durante el lustro de 1995 a 2000 en Chile se dio un cambio democrático de Gobierno; Venezuela, por su parte, vivió cambios constitucionales en manos del recién elegido Hugo Chávez.
20 años después ambos países se distanciaron aún más. Las gráficas interactivas del informe de Freedom House permiten comparar la trayectoria de ambos países.
La búsqueda arroja que desde 2004 el Gobierno de Venezuela, por ley, es capaz de controlar el contenido de la radio y de la televisión. El año pasado, las libertades civiles en Venezuela presentan dificultades, sobre todo la libertad de prensa, cuyo medio sufre intimidación y en ocasiones ataques físicos y críticas gubernamentales.
La presencia de oposición gubernamental en los medios ha decaído. Más dificultades se presentaron el año pasado cuando la prensa escrita tuvo problemas en la compra de papel para imprimir periódicos.
En un mayor declive, este martes el Ministerio de Defensa local emitió una resolución en la que permite el uso de armas de fuego por parte de las Fuerzas Armadas en el control de manifestaciones.
En Chile, calificado como un país libre, la libertad de expresión es generalmente respetada, según Freedom House. No hay restricciones en el acceso a internet y los medios de comunicación son privados. La Constitución asegura todas las libertades.
Por otro lado, el tema de abuso a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973 – 1990) sigue siendo sensible en ese país. Y el país presenta problemas en su libertad económica debido al exceso de regulación y control de precios de parte del Gobierno.
Editado por Elisa Vásquez.