Paz, comercio y una amistad honesta con todas las naciones, sin forjar alianzas con ninguna. ~Thomas Jefferson, Primer Discurso Inaugural
Las potencias mundiales llegaron a un acuerdo nuclear con Irán a principios de este mes. Pero si usted solo obtiene sus noticias de los conservadores estadounidenses, juraría que los representantes del Reino Unido, Rusia, Francia, China, Alemania y los Estados Unidos no son más que marionetas en un gran plan para esclavizar a los estadounidenses y obligar al mundo a arrodillarse ante los iraníes y sus poderes malignos.
Desde el senador Rand Paul (R-KY), alegando que Irán no hará lo que dice tras el acuerdo, hasta los incendiarios comentarios del exgobernador de Arkansas Mike Huckabee sobre el holocausto, algunos de los nombres republicanos más prominentes parecen haber dejado sus cerebros en casa al momento de hablar con los medios de comunicación.
Como muchos de nosotros miramos a los “halcones” republicanos botar espuma por la boca, nos preguntamos qué piensan los demócratas sobre esto. Después de todo, sería bueno que el presidente Barack Obama llegara a conseguir un poco — o al menos algo — de apoyo de su propio partido. El problema es que ni siquiera los demócratas están dispuestos a admitir públicamente que el acuerdo implica a varios países además de Estados Unidos.
Ellos tampoco han logrado entender el andamiaje de la operación.
La ignorancia económica mezclada con la retórica alarmista parecen dominar el cerebro de aquellos que forman parte de la maquinaria estatal de Washington; y tanto líderes republicanos como demócratas parecen no estar dispuestos a quitarse la venda de los ojos.
Entonces ¿por qué tanta gente del sistema le tiene tanto miedo a este acuerdo; y por qué están traicionando los pilares de la tradición de Estados Unidos cuando se niegan a considerar siquiera el levantamiento de sanciones a otros países?
No crea todo lo que le dicen
El acuerdo con Irán despoja a la República Islámica de Irán del 98% de su uranio enriquecido, de dos tercios de sus centrifugadoras, y de toda su capacidad de producción de plutonio. Permite al Gobierno iraní recuperar los activos que le fueron congelados por las potencias mundiales en el pasado, y levanta las sanciones económicas relacionadas con tecnologías nucleares —algo que, sí, también ayudará al pueblo iraní.
Pero todo esto sólo sucederá después de que el país islámico sea puesto bajo lo que algunos llaman el régimen de inspección más riguroso en la historia de las negociaciones sobre proliferación nuclear.
Si los republicanos y algunos demócratas estuviesen preocupados exclusivamente por la capacidad nuclear de Irán, ellos sí apoyarían el acuerdo. Entonces, ¿qué es lo que realmente están buscando?
Si pensó que era la guerra, está en lo correcto.
La guerra es la paz en la Tierra Neoconservadora
En 2013, los senadores Lindsey Graham (R-SC) y Robert Menéndez (D-NJ) trataron de impulsar un proyecto de ley que probablemente hubiese ocasionado una guerra con Irán. Ahora, el senador Tom Cotton (R-AR) no puede esperar para bombardear Irán. El senador Marco Rubio (R-FL) es tan ingenuo como para creer que el acuerdo es solamente entre Estados Unidos e Irán, y el senador Ted Cruz (R-TX) tiene la impresión de que adherirse a la diplomacia seguramente conducirá a la guerra.
Mientras los halcones de Irán se preocupan, el único candidato presidencial que suena cuerdo es Jeb Bush.
Pero los legisladores generalmente deliran. Ignoran que la guerra es la decisión más cara que un Gobierno puede tomar, un problema que pone una carga increíble sobre los hombros de los contribuyentes en el país.
Los conservadores estadounidenses, ciegos a lo que la historia nos ha enseñado, son rápidos para malinterpretar el récord de política exterior del presidente Ronald Reagan. A medida que el sentimiento de los halcones del sistema se extiende como la peste, los debates razonables en la televisión, la radio y hasta en Washington DC, son sustituidos por especulativas amenazas de seguridad.
No se puede tener una conversación cuando todas las partes cantan las mismas consignas equivocadas al unísono.
Lo que los halcones de Irán parecen estar buscando es un estado de guerra permanente. El pueblo estadounidense estará por lo tanto obligado a vivir creyendo que son libres en un país donde la mayoría de sus recursos se desperdician en decisiones precipitadas hechas por burócratas.
Continuar presionando por un enfoque coercitivo para el acuerdo con Irán puede poner al partido Republicano en una posición muy peligrosa. Aislar a los Estados Unidos significa aumentar la hostilidad entre las potencias mundiales, una acción que podría afectar a la ya deteriorada economía estadounidense.
Para la mayor parte de los padres fundadores de Estados Unidos, la política exterior ideal se enfocaba en el libre comercio. Cuando Graham, Cruz, Rubio, y muchos otros cabildean para impulsar el enfoque antagónico hacia países como Irán, en realidad están yendo en contra de lo que Thomas Jefferson y George Washington imaginaban.
La próxima vez que digan representar los valores defendidos por aquellos que fundaron este país, recuerde el caso de Irán.