EnglishNicolás Maduro rechazó las medidas solicitadas por la oposición en la mesa de diálogo de la semana pasada y llamó ayer a que Venezuela a renueve su fe en la revolución al hablar en el Palacio de Miraflores frente a la Milicia Nacional Bolivariana tras los festejos por cumplirse 12 años del retorno de Hugo Chávez al poder.
Maduro afirmó en una entrevista publicada hoy en el Dario Ultimas Noticias que sería un gran avance al fortalecimiento de la democracia si “la oposición venezolana llega al convencimiento de que debe respetar la Constitución y al chavismo como fuerza mayoritaria con su proyecto político”.
Insistió, en la misma entrevista, a que surja en su país una verdadera oposición democrática independiente de los Estados Unidos y que respete las reglas de la democracia.
Manifestó que, con respecto al diálogo con la oposición, “todo lo demás que se desprende de allí son ventajas que se puedan lograr desde el punto de vista de la gobernabilidad” y que “mientras la oposición mantenga su conducta política dentro del carril de la Constitución, pienso que les va a ir mejor a ellos y también al país”.
Al ser consultado por las concesiones mutuas para que se realice el diálogo, el primer mandatario venezolano repitió que esperaba que los líderes opositores “condenen la violencia como método político para la toma del poder y como método para hacer oposición”.
Sin embargo, Henrique Carpiles, abogado y gobernador opositor del Estado de Miranda, escribió ayer un comunicado sobre la repercusión de la mesa de diálogo con Maduro y condenando la violencia de los grupos paramilitares.
“Hasta en las guerras, hay una pausa para dialogar. En la Venezuela actual tiene que haber una oportunidad para ello. Dialogar no significa claudicar las ideas, pero sí encontrar un camino que permita encontrarnos y reconocernos con quienes no piensan como nosotros. Con un solo objetivo: Erradicar para siempre la violencia e intolerancia de la vida de los venezolanos, para crear condiciones económicas y sociales, que permitan a nuestro pueblo avanzar tranquilamente hacia el progreso y el futuro”, declaró el referente del partido Primero Justicia.
Mientras tanto, ayer, milicias bolivarianas se concentraron frente al palacio de Miraflores para escuchar al Presidente (quien hoy cumple un año de la victoria electoral tras la muerte de Hugo Chávez).
El primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Darío Vivas, presentó en el acto de ayer a Nicolás Maduro como el hijo de Hugo Chávez. Luego, al hablar, Maduro recordó las elecciones: “Mañana (hoy) cumplimos un año de la victoria del pueblo heroico en las elecciones (…) En un año esa misma oligarquía ha lanzado (una) guerra económica continua y permanente, contrabando, inflación inducida, acaparamiento, sabotaje económico, guerra eléctrica y psicológica y ahora guarimba. Guarimbas fascistas”.
Maduro entiende que lo único que puede hacer el gobierno es “avanzar hacia un modelo económico que los incluya aun más”, para que de esa manera “se involucren directamente en el proceso de crecimiento y desarrollo económico”, manteniendose “siempre dentro del modelo económico que delineó el comandante Chávez, que es el más completo que se ha aplicado en Venezuela en los últimos 100 años”, agregó.
El mandatario exhortó a Vladimir Padrino López, jefe del Comando Estratégico Operacional, a consolidar la Milicia Nacional, y pidió que ella siga creciendo “expandiéndose, consolidándose en todo el país, en cada comunidad, con un plan (… ) Debe seguir conformando su cuerpos combatientes en cada fábrica, en cada centro de trabajo”.
Maduro explicó que la milicia es, sin más, el pueblo en armas y debe hacer lo que contempla la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas. Finalmente, concluyó con el llamado a renovar la fe en la revolución. Manifestó que “es tiempo de renovación permanente, de ese amor, de esa fe. Yo llamo al pueblo a renovar el amor, la fe y la confianza en la revolución bolivariana, en el camino del socialismo”.
Para Capriles, por el contrario, la revolución no está funcionando y explicó en su artículo que Venezuela sufre un problema crónico de escasez de alimentos. “Si hay algún derecho que viola este gobierno, es el derecho a la alimentación. Hoy en Venezuela hacer el mercado es una odisea. Marcan en el brazo a los venezolanos, como si fueran animales, y tienen que hacer hasta 6 horas de cola para poder comprar alimentos, que cuando los consiguen cuesta hasta 4 veces más. La escasez cerró en marzo en 31% y los precios de los alimentos, según cifras oficiales, subieron 75% en los últimos 12 meses y en la práctica es aún peor. El modelo económico que está en la Constitución no se parece en nada al modelo que este gobierno está aplicando al país”, declaró el opositor.
El proyecto del ministerio de Comunicación Internacional
A raíz de los problemas suscitados, denuncias, especulaciones, acusaciones de la prensa internacional, Maduro espera llevar la revolución un paso más allá y crear un ministerio dedicado “exclusivamente a la defensa mundial” de la imagen del país.
“Es un gran reto para cualquier país poder enfrentar la guerra comunicacional que se ha desatado contra el país, la revolución y en especial contra mí como presidente”, explicó Maduro.
De esta manera, el ministerio controlaría la información que sale sobre Venezuela ya que, asegura Maduro, es una necesidad de estos tiempos. “Hemos vencido todos los retos planteados, aunque hay que admitir que desde el punto de vista mediático le han hecho un gran daño al país todos estos medios de comunicación y los voceros de la oposición que han salido por el mundo a pedir una intervención contra Venezuela”, concluyó el líder venezolano.
Sin embargo, para Juan Carlos Hidalgo del Instituto Cato “Maduro no necesita de un ministerio de Comunicaciones Internacionales cuando el mensaje que envía al mundo es muy contundente con la represión de su gobierno a los manifestantes, el desastre económico causado y la persecución contra la prensa independiente del país”.