El jefe de Gabinete de Argentina, Jorge Capitanich, le respondió el viernes 30 al senador republicano de Estados Unidos, Marco Rubio, que su propuesta de poner en marcha una investigación internacional de la muerte del fiscal Alberto Nisman era una “intromisión indebida” en la soberanía argentina.
“Nuestro país es autónomo, soberano e independiente y con esta visión imperial el senador Rubio desconoce la Carta de las Naciones Unidas y el principio de autodeterminación de los pueblos”, precisó el funcionario kirchnerista durante su habitual conferencia de prensa matutina.
Además expresó que “las garantías existen para una investigación exhaustiva profunda” y calificó al senador Rubio como “la más recalcitrante derecha”. Para el gobernador en uso de licencia de la Provincia del Chaco, sus dichos representan “agravios gratuitos” para los ciudadanos argentinos.
El político estadounidense, que también preside el Subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Senadores de EE.UU., le envió una carta a John Kerry, secretario de Estado de ese país, en la cual aseguró estar “muy preocupado por cómo se está manejando la causa” e instó al Gobierno de Obama a “garantizar la imparcialidad a través de una investigación independiente”.
Rubio indicó estar “cada vez más preocupado por la capacidad del gobierno de Argentina para llevar a cabo una pesquisa justa e imparcial” y que el caso Nisman merecía “mayor atención”.
“Le pido también que la Administración haga todo lo que pueda para garantizar que sigan sin obstáculos las pesquisas del señor Nisman sobre los atentados de la AMIA y las actividades iraníes en la región”, continuó.
Sobre la reacción de la presidenta Kirchner por la muerte del fiscal, manifestó que fue “extraña, cuando menos”. El senador explicó que “los intereses e implicaciones del caso van mucho más allá de Argentina e involucran a la comunidad internacional y, lo más importante, a la seguridad nacional de Estados Unidos”.
“A medida que se intensifican las conversaciones con el régimen iraní, incluidos algunos oficiales cuyos nombres han aparecido en la investigación del señor Nisman, es más importante que nunca para el público y los legisladores de EE.UU. que entiendan mejor la naturaleza de las actividades de Irán en nuestro propio hemisferio, las de ahora, así como las del pasado”, agregó.
En este mismo sentido, el precandidato presidencial opositor al Gobierno, Sergio Massa, había propuesto una iniciativa similar a la del senador Rubio. Para el político argentino, estos expertos estarían “despojados de cualquier interés”.
La idea tendría ya un precedente en el caso de la muerte del abogado guatemalteco Rodrigo Rosemberg. Para esta investigación trabajó la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala.
El caso del fiscal Nisman
Alberto Nisman trabajaba como fiscal en la investigación del atentado de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que dejó 85 muertos y cientos de heridos. El pasado domingo 18 de enero, el funcionario judicial fue encontrado muerto en el baño de su departamento con un tiro en la sien y con una pistola calibre 22 al lado de su cuerpo.
El miércoles anterior a su muerte, Nisman había presentado en la Justicia argentina una denuncia contra la presidenta Kirchner y contra el canciller Héctor Timerman por encubrir a funcionarios iraníes, presuntos responsables del atentado terrorista.
El fiscal debía presentarse el lunes 19 en el Congreso Nacional para describir, a puertas cerradas, los detalles de la denuncia.
Los avances de la investigación
La fiscal Viviana Fein, quien impulsa la investigación del caso, está esperando el resultado de las pericias sobre las cámaras de seguridad del edificio donde vivía el fiscal.
El objetivo de la fiscal es comparar lo que se ve en las cámaras con las declaraciones de Diego Lagomarsino, el colaborador del fiscal que lo vio por última vez con vida, y quien le prestó el arma que disparó la bala que causó su muerte.
Fein imputó a Lagomarsino por facilitarle un arma al funcionario cuando este no contaba con la debida autorización para portarla, aunque aclaró que “no hay elemento alguno por el momento que lo pueda comprometer en la intervención de un hecho doloso de mayor gravedad”.
Segun Lagomarsino, Nisman le había pedido prestada el arma ya que sentía “miedo por las chicas (sus hijas)”. También declaró que el fiscal le había dicho que “no confiaba ni siquiera en la custodia”.
Fein evaluará asimismo los análisis de ADN realizados por los peritos en el arma y en la ropa que había vestido Nisman el domingo.
El entierro íntimo de Nisman se realizó ayer en el cementerio judío de La Tablada, provincia de Buenos Aires. Su cuerpo se encuentra enterrado junto a las víctimas del atentando de la AMIA. En la ceremonia participaron amigos, familiares y dirigentes comunitarios judíos.
Editado por Pedro García Otero y Adam Dubove.