EnglishA nivel mundial, los periodistas enfrentan hoy las peores condiciones para trabajar de los últimos diez años, según el ultimo informe de Libertad de Prensa publicado por la organización norteamericana Freedom House. Cuba, Venezuela, Ecuador y México están entre los peores países de todo el continente para ejercer el periodismo.
De acuerdo con el índice 2015, presentado el miércoles 28 en Washington DC, Estados Unidos, durante el año pasado los Gobiernos, criminales, y los dueños de los medios de comunicación restringieron la libertad a través de intimidaciones o leyes antiterroristas.
“Los Gobiernos utilizan las leyes de seguridad o antiterroristas como pretexto para acallar las voces críticas, [mientras] grupos de militantes y bandas criminales utilizan tácticas cada vez más descaradas para intimidar a periodistas y los dueños de medios intentan manipular el contenido de las noticias para servir a intereses políticos o empresariales”, dijo Jennifer Dunham, directora del proyecto del informe.
El informe recalca que si bien la información parecería estar ilimitada en estos tiempos, con cada vez más canales de comunicación, ciertos países del mundo se están convirtiendo en lugares virtualmente inaccesibles para el trabajo de los periodistas.
La libertad de prensa a nivel global no solo declinó a su punto más bajo de los últimos diez años, sino que se aceleró también su tasa de disminución en el índice.
Del total de 199 países analizados a nivel mundial, solo 32% de ellos son catalogados como países libres, el 36% por su lado son parcialmente libres y el resto, directamente, son países no libres y de los más peligrosos para ejercer la profesión.
Los diez peores países para trabajar como periodista son, según este estudio, Bielorrusia, Crimea, Cuba, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Siria, Turkmenistán y Uzbekistán.
Los peligros de ejercer en América Latina
De la región, solo Uruguay y Costa Rica son países libres para ejercer el periodismo sin grandes peligros, mientras en Cuba, Venezuela, Ecuador, México, Perú y Honduras los comunicadores sufren los mayores riesgos. América latina registró su peor caída de los últimos cinco años.
Argentina ha vivido un notorio deterioro de su libertad de prensa; pasó de ostentar el puesto 29 en 1995 al puesto 51 en 2014.
Cuba, con un puntaje de 91 sobre 100 (100 siendo lo menos libre) ostenta el último lugar del ranking de la región, a pesar del intento de normalizar las relaciones con Estados Unidos desde el pasado diciembre. El estudio indica que varios periodistas han permanecido tras las rejas todo el 2014.
La Constitución en Cuba no permite la propiedad privada de los medios de comunicación. Se permite la divulgación de información que se adecue a los objetivos “de una sociedad socialista”. Se restringe la libertad de prensa a través de leyes que criminalizan la difusión de propaganda enemiga y de noticias no autorizadas por el régimen castrista.
Al Gobierno cubano le pertenecen todos los medios de la isla, con excepción de algunas publicaciones que aparecen en las sombras. El contenido de los tres diarios nacionales, cuatro estaciones de televisión, seis radios nacionales y una internacional, entre otras publicaciones oficiales, es determinado por el régimen.
Por su parte, México convive con una violencia endémica, y continúa siendo uno de los peores países para trabajar como periodista. Su puntaje empeoró tras la aprobación de la Ley de Telecomunicaciones, que permite al Gobierno rastrear y monitorear a usuarios de los teléfonos celulares durante protestas callejeras o directamente bloquear las comunicaciones durante las manifestaciones.
Más aún, esta nueva legislación ha hecho más dificultoso el registro y el proceso de obtención de licencias radiales.
Las constantes agresiones legales y verbales del presidente Rafael Correa han hecho de Ecuador un país poco amigable para la profesión, donde reina la censura previa por miedo a represalias, multas y sanciones económicas.
Para la realización del documento, Freedom House se basó en 23 ítems que permitan analizar la forma en que la presión afecta la información objetiva y cuán libres operan las diferentes plataformas mediáticas (prensa, digital, redes sociales). Entre esos puntos a analizar se incluye el ambiente regulatorio, las influencias políticas, el acceso a la información pública, el grado de libertad del público en acceder a diversas fuentes de información y el índice de profesionales muertos o agredidos.
Bajo el Gobierno de Nicolás Maduro, los políticos socialistas han continuado comprando más medios independientes y han cambiado o despolitizado sus líneas editoriales para no enfrentar al Gobierno. El estudio muestra como ejemplo el caso del diario El Universal, que fue comprado por empresarios cercanos al poder político.
En cuanto a Estados Unidos, si bien es tierra de libertad para el periodismo, cayó 1 punto por los últimos acontecimientos en Ferguson, Missouri. También remarcan la reticencia de la Casa Blanca en difundir información sobre el Gobierno de Obama.