EnglishFamiliares de dos médicos, un trabajador sanitario y un empleado de banco desaparecidos desde el 19 de junio cerca del poblado de Xolapa, en el municipio de Acapulco, estado de Guerrero, México, reclaman la renuncia del fiscal a cargo de la investigación y aseguran que los cuerpos hallados no corresponden a sus seres queridos, como habían afirmado las autoridades. En ese mismo poblado, tan solo dos semanas antes, hubo un enfrentamiento armado que dejó 16 personas fallecidas.
Antes de su desaparición forzosa, los dos médicos y los otros dos profesionales viajaban en un auto Seat Ibiza gris que fue encontrado en Xolapa con impactos de bala, rastros de sangre y casquillos del fusil de asalto semiautomático AR-15.
Los familiares afirmaron que se trata de los médicos Marvin Hernández Ortega y Reynaldo Tepeque Cuevas, y de los empleados sanitarios José Osvaldo Ortega Saucedo y Julio César Mejía Salgado.
Según medios locales, el 5 de julio los padres y otros familiares de los desaparecidos mexicanos repartieron volantes, pegaron carteles y pintaron murales en el poblado por segundo día consecutivo para exigir a las autoridades la continuación de la investigación sobre su paradero, y desmentir la versión del fiscal general del estado, Miguel Ángel Godínez Muñoz, quien afirmó que habían encontrado sus restos.
En una de las paredes pintadas se leía “Respeto a la vida, médicos desaparecidos” mientras que en los carteles se pedía ayuda a la comunidad con la publicación de las cuatro fotografías para localizarlos.
Asimismo, indicaron que el lunes 6 se presentarían en la Procuraduría General de la República (PRG) para solicitar los últimos avances en la causa; y anticiparon que organizarán protestas en las calles. Advirtieron también que podrían pedir ayuda en la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Los cuerpos no son de los desaparecidos
En una conferencia de prensa, el 24 de junio, Elizabeth, hermana de Julio César Mejía Salgado, informó que los cuerpos hallados por la Fiscalía en la parte trasera de una camioneta Ford tipo pickup no son los de los desaparecidos.
“¿Cómo lo pudimos determinar? Tanto por las características físicas como por el tipo de vestimenta que presentaron”, explicó. También se molestó con los medios de comunicación, porque antes de que los familiares se enteraran del hallazgo, los periódicos anunciaban la confirmación de que esos cuerpos coincidían con los de los profesionales desaparecidos.
Tres días después, el sábado 27, la Fiscalía confirmó a través de un comunicado que los cuerpos encontrados eran, efectivamente, los de los desaparecidos. La Dirección de Servicios Periciales realizó el polémico dictamen.
En este sentido, la madre de Herández Ortega, Cecilia Ortega Solórzano, aseguró que no está de acuerdo con el informe. “El día que nos informaron sobre los cuerpos fuimos a identificarlos, pero no correspondían a nuestros familiares, ellos tenían cuatro días de desaparecidos, y los cuerpos hallados tenían más de 15 días, estaban descompuestos”, sostuvo.
Asimismo, los familiares precisaron que se reunieron con el gobernador del estado de Guerrero el domingo 28 y este “no cree en el fiscal, está de nuestra parte, cree en nosotros”.
En un documento entregado al gobernador del estado, rechazan los estudios de peritaje de la Fiscalía, y solicitan el fin de las funciones del fiscal a cargo por “ineptitud, la falta de profesionalismo y por los resultados que pretende imponernos”.
A la no confirmación de los familiares, la psicóloga Guadalupe Reséndiz, esposa de Tepeque, agregó que la Fiscalía generó en su investigación algunas irregularidades, como que la escena del presunto crimen habría sido cambiada de lugar y manipulada; y la descomposición avanzada de los supuestos cuerpos no coincidía con los días de desaparecidos.
Más aún, el esposo de Reséndiz media 1,74 metros y el cuerpo asociado a su persona tendría entre 1,82 y 1,85 metros; habría marcas físicas, como tatuajes y otras particularidades, que no coincidirían con el de los profesionales desaparecidos.
El hermano de Mejía Salgado, Carlos Mejía Salgado, sostuvo a la prensa que la Fiscalía ya había retirado a los investigadores del lugar donde habían encontrado los cuerpos y describió a ese hecho como “una falta de responsabilidad tremenda”. También habló sobre el apuro del fiscal por cerrar el caso: “Quiere dar un carpetazo”.
Precisó que buscaran que la Policía Federal haga nuevos peritajes sobre los cuerpos. Indicó que “ya nosotros no nos quedaríamos con lo que nos dicen aquí, las pruebas pueden ser manipuladas”.
Mientras tanto familiares de médicos analizan unirse a padres de los 43 y "Los Otros desaparecidos" de Iguala pic.twitter.com/goRTo1BOPg
— ReporTorres (@ReporTorres) July 2, 2015
Este episodio ocurrió a poco más de nueve meses de la desaparición forzosa de los 43 estudiantes normalistas, y también en el violento estado de Guerrero.