EnglishRecién pareciese que culmina en Costa Rica un triste capítulo de su historia fiscal, y no es para menos; es vital comprender lo que sucedió con el presupuesto para el año 2015, el cual supera los CR$7,9 billones (US$1,48 mil millones). Y es que muchos no han pasado del titular de que la Asamblea Legislativa aprobó en segundo debate el presupuesto ordinario para el año próximo, con un incremento de 19% con respecto a 2014.
La primera parte del capítulo inicia con la conformación de la Comisión de Asuntos Hacendarios, en la cual el presidente del Congreso unicameral, Henry Mora, excluyó a la quinta fracción más grande, el Partido Movimiento Libertario (ML) —cuya diputada Natalia Díaz fue nombrada para conformar la comisión—, y en su lugar se incluyó a un diputado de la sexta fracción más grande, Abelino Esquivel, del partido evangélico Renovación Costarricense.
Esto quebrantó dos principios: proporcionalidad y equidad de género. La diputada Díaz envió esta decisión ante la Sala Constitucional y aún se espera que la misma resuelva el recurso de amparo respectivo. ¿Por qué se tomó esta decisión? Parece que se quería evitar la línea ideológica del Movimiento Libertario, que enfatiza la reducción del gasto público y la oposición a más impuestos.
La segunda parte es en la comisión como tal. Su presidente Ottón Solís Fallas presentó lo que se denominó la “megamoción”: recortes al proyecto de presupuesto por CR$307 mil millones (US$575 millones). Sin embargo, la mayoría de la comisión lo rechazó.
Cabe resaltar que aunada a esa propuesta, el diputado del ML Otto Guevara Guth presentó otra que planteaba recortes por CR$335 mil millones o US$628 millones. Esto en aras de lograr una reducción del 25% del presupuesto cada año hasta finalmente lograr uno equilibrado y legal —ya que la Constitución no permite financiar gasto corriente con deuda, a pesar de que esto es exactamente lo que se ha venido haciendo. Pero la misma también fue rechazada.
Parece que se quería evitar la línea ideológica del Movimiento Libertario, que enfatiza la reducción del gasto público y la oposición a más impuestos
La realidad es que de la Comisión de Asuntos Hacendarios salieron tres dictámenes: el de mayoría que incrementaba el presupuesto en un 17,1% con respecto al año anterior, el de minoría del Frente Amplio, y el de minoría del diputado oficialista Marco Vinicio Redondo, las cuales incrementaban el presupuesto en tasas aún más cercanas al proyecto original.
Por lo tanto los maldenominados “recortes” que salieron de la comisión carecían de una seria contención del gasto público. El mismo Ottón Solís dijo que únicamente sus mociones —y todas aquellas de recortes aún mayores— atendían las recomendaciones de los organismos internacionales para evitar que Costa Rica continuara descendiendo en su calificación de riesgo.
El tercer capítulo fue en el plenario del Congreso, el jueves 20 de noviembre. Considerando que ninguna propuesta conllevaba a tan si quiera una mediana solución al déficit fiscal, las tres resultaron rechazadas. El dictamen de mayoría contó con el rechazo de los estatistas por ser un monto vagamente menor, y de los liberales por incurrir en un claro despilfarro; los otros dos dictámenes de minoría únicamente recibieron el voto del Frente Amplio y del oficialismo. Al ser rechazados los tres dictámenes, el presidente del Congreso sometió a votación el texto base original enviado por el Ejecutivo.
Lo que sí pareciese ser cierto es que la batalla por contener el gasto se perdió
Es aquí donde llegamos al cuarto capítulo.El lunes 24 de noviembre, al ser sometido a votación el proyecto que incrementaba en un 19% el presupuesto de la República, una mayoría de 26 diputados votaron en contra y 25 diputados votaron a favor.
Sin embargo, de manera arbitraria el presidente del Congreso Henry Mora lo dio por aprobado en primer debate debido a su interpretación constitucional de que el Congreso no tiene la potestad de rechazar el plan de gastos del Gobierno central, sino que debe ratificarlo. Ante esta jugada, diversos diputados presentaron una consulta ante la Sala Constitucional en contra de la resolución de Mora.
A pesar de estar en disputa la resolución del primer debate, Mora llevó el presupuesto a votación final el 29 de noviembre en un segundo debate, y fue aquí donde se volcó la fracción del Partido Unidad Social Cristiana, quien dio su apoyo al Frente Amplio y al Gobierno de Luis Guillermo Solís. Con cuatro votos adicionales, fue aprobado el proyecto de presupuesto.
De esta manera, si bien la consulta constitucional aún no ha recibido un fallo, la votación en segundo debate sugiere que el texto base será el que impere para el año 2015. Esto, luego de arduas discusiones en el plenario, nuevas alianzas, nuevas rupturas y un país que sigue al asomo del descalabro fiscal. Lo que sí pareciese ser cierto es que la batalla por contener el gasto se perdió ya en la Comisión de Asuntos Hacendarios y no en el plenario.
Editado por Elisa Vásquez