Honduras ha enfrentado en las últimas semanas una alza en los hechos delictivos destacando entre ellos un robo de 700 fusiles AK 47 de la bodega de la policía nacional, y 4 masacres el fin de semana pasado dejando alrededor de 20 personas fallecidas.
Lo antes mencionado altera la baja en la tasa de homicidios que a lo largo del año se había mantenido, por lo que se convierte en un fenómeno que debe tener una razón de ser. Para comprenderlo mejor, PanAm Post entrevistó al reconocido asesor en seguridad, Billy Joya Améndola, quien desde su expertise y experiencia analiza el actuar del Gobierno.
¿Cuáles son sus valoraciones en cuanto al tema de seguridad en Honduras?
Lo primero es poder definir cuál es el parámetro a través del cual se puede evaluar la seguridad ciudadana de un Estado y yo parto de la base que en muchos de los casos los políticos tienden a valorar su gestión en base a promesas de campaña en cuanto a más policías, a más equipamiento, etc. sin embargo el parámetro verdadero para evaluar a cualquier Estado está vinculado a los crímenes prevenidos, a las vidas que se salvan y a la vitalidad económica de los barrios y las colonias en las ciudades.
Cuando aplicamos ese parámetro de medición, podríamos encontrar reprobación en la gestión al analizar las estadísticas sin embargo en Honduras podríamos decir que todavía 2 años atrás tenía el calificativo del país más inseguro del planeta con 89.3 homicidios por cada cien mil habitantes, esta situación ha cambiado, no dramáticamente pero si con una tendencia a la baja, y de 89 homicidios, probablemente se está en este momento en 62.
El Gobierno ha reconocido que queda mucho por hacer y la razón es bien sencilla, el estándar de homicidios por cada cien mil habitantes establecido por la Organización Mundial de la Salud son 7 homicidios por cada cien mil osea que aunque tengamos una tendencia a la baja y aunque hayamos disminuido casi 20 puntos porcentuales, lo que queda todavía es mucho por hacer.
¿Cree que a pesar de estar a la baja en el índice de homicidios como usted lo indica, podríamos estar ante una nueva etapa de violencia dados los eventos más recientes?
Para poder hacer un análisis en cuanto a la inseguridad y la violencia, yo acostumbro dividir dos grandes áreas, la primera está vinculada al combate al crimen organizado con nexos al narcotráfico y la segunda área de importancia es todo lo vinculado al delito común que afecta a la seguridad ciudadana.
En el primer campo, yo creo que es meritorio reconocer que el Gobierno actual en menos de 2 años ha tenido la capacidad de desarticular los principales carteles del narcotráfico en Honduras, y esto se debió a una fórmula que a mi criterio comenzó por una férrea voluntad política de quienes dirigen el Estado y en segundo lugar un trabajo en equipo del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad que concerta a todos los actores principales, operadores de justicia, policía y Fuerzas Armadas.
El siguiente elemento importante fue la aprobación de leyes como la del lavado de activos para penalizar los ingresos ilegales del narcotráfico y los convenios de extradición, por último la formación de unidades especiales para combatir igualmente lo vinculado al narco, en ese sentido, de 10 yo podría decir que el Estado podría ser calificado con un 9.9 en el primer año de su gestión.
Sin embargo cuando entramos en la segunda área, que es la seguridad ciudadana, vinculada a todo aquellos delitos mayores y menores que están arraigados en el barrio y la colonia y que además están vinculados a maras y pandillas podríamos decir que queda mucho por hacer y que la calificación no puede ser de aprobación porque lo que está sucediendo es que todas estas organizaciones de pandillas, están intentando tomar el control en el barrio de todo tipo de negocios como tiendas, microempresas incluyendo el transporte público.
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¿La guerra contra las drogas que ha emprendido el Gobierno podría dejar más muertos en Honduras que el narcotráfico?
A diferencia de lo que vimos en Colombia y México cuando esas políticas de represión del crimen organizado por parte del Estado se dieron, los carteles de la droga en Honduras nunca se organizaron. Ejércitos para defenderse o atacar al Estado mismo de hecho pudimos ver aquí en Honduras la captura de más de 30 personas calificadas como capos de diferentes carteles sin necesidad de disparar un solo tiro.
Aquí lo que nos ha venido sucediendo es que el arraigamiento de esas pandillas en los barrios están ejerciendo el control no en todo el país pero los datos que da la Secretaría de Seguridad, de los 298 municipios hay 48 que concentran la incidencia del delito. La tarea no es fácil ya que revertir 3 décadas de desaciertos y malas políticas de seguridad no es tarea tan inmediata.
¿De qué manera cree afecta la politización del tema de seguridad?
En este tema se suelen transferir responsabilidades sin aceptar errores, el hecho es que cuando se estudia la nueva era democrática después de los Gobiernos militares, vamos a encontrar que el primer Gobierno democrático del doctor Roberto Suazo Córdoba recibió la incidencia de homicidios en 17 ó 18 por cada cien mil habitantes, después las siguientes 8 administraciones uno a uno fueron ascendiendo cada cuatrienio no solo en las cifras de homicidio sino que también en otros delitos.
Esto nos indicaba año a año y Gobierno a Gobierno que las políticas no eran efectivas, en tal sentido, nadie de los que ya gobernaron se salva de la corresponsabilidad y puedo decir sin trabajar para este Gobierno, que por lo menos en algunas áreas estamos viendo tendencias a la baja, aunque situaciones como las de masacres dan la apariencia de que se pueden avanzar 1 paso y a la vuelta se retrocede 5 ó 6.
¿De qué manera la tan llevada y traída depuración policial podría estar afectando con el tema de delincuencia común?
Yo diría para comenzar que son muchos más los policías que tienen el deseo de trabajar y de honrar el uniforme y la institución, indiscutiblemente habrán unos que actúen al margen de la ley pero fundamentalmente creo que ese proceso de depuración está más vinculado al proceso de formación doctrinario en las academias porque dependiendo de la calidad de formación y educación así como del nivel de los beneficios que tengan lograremos la policía que queremos.
¿Qué se podría valorar y/o señalar ahora que estamos a punto de cumplir 2 años bajo la administración Hernández?
Es un momento oportuno a la mitad de camino de un Gobierno para analizar los avances trascendentes en las áreas que mencioné, y especialmente en el área de seguridad ciudadana al aún quedan 2 años que es un mundo de tiempo para buscar fórmulas de solución que reduzcan la incidencia de crímenes y que reduzcan el nivel de impunidad que normalmente campea.