La periodista mexicana Anabel Flores, que el lunes 8 de febrero fue secuestrada mientras estaba en su propio hogar, fue hallada muerta el martes, semidesnuda y maniatada al borde de una carretera del estado de Puebla, limítrofe con el estado de Veracruz, según lo confirmó la Fiscalía de Veracruz en un comunicado en el que asegura que el cadáver fue identificado por la familia de la reportera de 32 años.
Por el momento no hay detalles sobre el motivo y la autoría del asesinato, aunque desde el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) señalaron que se trató de un secuestro más, como los otros tantos secuestros y asesinatos de periodistas que han ocurrido en Veracruz, con la intención de limitar el derecho a la información.
La víctima fue sacada de su residencia la madrugada del lunes por un grupo de hombres armados que irrumpieron en la vivienda y se la llevaron sin decir nada.
Sospechas de vínculos con criminal
La Fiscalía General de Veracruz señaló que la reportera supuestamente mantenía vínculos con la delincuencia organizada, específicamente con un presunto delincuente de nombre Víctor Osorio Santacruz, alias “El Pantera”.
Los periódicos El Sol de Orizaba y El Buen Tono se han deslindado de Flores Salazar, el primero asegurando que Flores sólo trabajaba desde hace seis meses con ellos como freelance, y el segundo, publicó un editorial sin firma colocado en su primera plana de su edición de martes, en el cual asegurando que Florecían que Salazar fue despedida hace ocho meses cuando sus superiores descubrieron que tenía una camioneta Patriot del año que no correspondía con sus prestaciones salariales, fortaleciendo la versión oficial del gobierno veracruzano de que la comunicadora tenía vínculos con la delincuencia organizada.
Respecto a esto, varios periodistas de Veracruz pidieron en una carta que se deje de criminalizar a sus compañeros de gremio que han sido asesinados, como el caso Anabel Flores.
“Criminalizar a los compañeros asesinados es una estrategia realmente cobarde por parte de quienes están obligados en investigar, y no en fabricar pruebas en contra de quienes no pueden rebatir las calumnias de este mal Gobierno”, indicaron los reporteros en la carta, difundida en medios estatales.
El “infierno” para periodistas
Según datos de la Procuraduría General de la República (PGR), desde el año 2000 han sido asesinados 16 reporteros en este estado; 10 desde hace cinco años, cuando llegó al Gobierno de Veracruz el controvertido Javier Duarte, del Partido Revolucionario Institucional (PRI)
En todo México han sido asesinados desde el año 2000 al menos 90 periodistas, y otros 23 están desaparecidos, de acuerdo con la ONG Artículo 19.
[adrotate group=”8″]
El Estado de Veracruz está marcado por la presencia del cártel más violento de México, Los Zetas. Sus actividades abarcan todas las variantes de comercio criminal (drogas, mujeres para explotación sexual, migrantes, tráfico de órganos), el robo de combustible (Veracruz es un importante punto de producción petrolera) y la extorsión indiscriminada a grandes, medianos y pequeños empresarios.
Reporteros Sin Fronteras considera a México uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas. De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), uno de cada tres asesinatos de reporteros en América Latina se cometen en México.