En Honduras ocurrieron 111 asesinatos de dirigentes ambientalistas durante los últimos 12 años, según informe divulgado por la Organización No Gubernamental Global Witness en 2015, en donde señalan al país como uno de los más peligrosos para los defensores de indígenas y ambientalistas.
“En Honduras se produjeron 111 asesinatos entre 2002 y 2014. El caso de la activista indígena Berta Cáceres, ganadora del Premio Goldman de Medio Ambiente de 2015, es especialmente representativo de la persecución sistemática a la que se enfrentan los defensores hondureños”, indica el informe.
En el mismo documento manifiestan que los asesinatos de activistas ambientales y de la tierra que tuvieron lugar en 2014 alcanzaron una media de más de dos por semana, lo que supone un aumento de 20% en relación con 2013.
Según Global Witness, se documentaron también en ese tiempo, 116 muertes que se sabe que ocurrieron el año pasado por todo el mundo, la cifra representa casi el doble del número de periodistas asesinados durante el mismo período.
El alarmante 40% de estas víctimas fueron indígenas y las principales causas de su muerte fueron la industria hidroeléctrica, la minería y la agroindustria, concluyen en el texto en donde además apelan a los gobiernos y a la comunidad internacional para que supervisen, investiguen y castiguen estos crímenes “y a Honduras para que aborde estos abusos en su próximo examen de la situación de los derechos humanos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.
“Tanto en Honduras como en el resto del mundo, hay defensores del medio ambiente que son asesinados a tiros a plena luz del día, secuestrados, amenazados o juzgados por terrorismo, debido por su oposición a lo que se conoce como ‘desarrollo”, señaló Billy Kyte, encargado de campañas de Global Witness.
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Casos emblemáticos
Carlos Antonio Luna López: Representante del movimiento ambientalista de Olancho. Empezó a recibir amenazas y el 18 de mayo de 1998, cerca de las 10:45 de la noche, fue herido de muerte por disparos de arma de fuego al salir de la municipalidad, donde se llevaba a cabo una reunión. Murió mientras era trasladado a una clínica. En el mismo acto fue herida gravemente la señora Silvia González, quien se desempeñaba como secretaria de la municipalidad y que en ese momento lo acompañaba hasta el auto.
En cumplimiento a la sentencia emitida el 10 de octubre de 2013 por parte la CIDH, el secretario de Derechos Humanos, Justicia, Gobernación y Descentralización, Rigoberto Chang Castillo, a nombre del Estado de Honduras, pidió perdón a los familiares del ambientalista.
Blanca Jeannette Kawas: presidenta de la Fundación para la Protección de Lancetilla, Punta Sal y Texiguat. La Corte IDH condenó al Estado de Honduras por el caso de la ambientalista Blanca Jeannette Kawas, asesinada por sicarios el 6 de febrero de 1995. Kawas era presidenta de la Fundación para la Protección de Lancetilla, Punta Sal y Texiguat (Prolansate), tenía 48 años, cuando fue asesinada de un balazo en su casa.
Las indagaciones determinaron que se trató de un crimen por encargo, pero la causa de su caso se encuentra inactiva desde 1996. Diferentes organizaciones ambientalistas y de la sociedad civil han demandado el esclarecimiento de su caso, hoy un área protegida y parque lleva su nombre.