La Cámara de Diputados mexicana avaló una minuta del Senado que permitirá a los jefes de oficinas consulares expidan actas de nacimiento a mexicanos no registrados en el país y que viven fuera del mismo, considerados doblemente indocumentados.
El documento, aprobado por unanimidad, con 423 votos, se remitió ahora al presidente Enrique Peña Nieto en su calidad de jefe del Poder Ejecutivo federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación, con lo que entrará en vigor.
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Esta minuta avala una reforma al Artículo 44 de la Ley del Servicio Exterior Mexicano, que señala que los jefes de oficinas consulares pueden ejercer, cuando corresponda, funciones de juez del Registro Civil, pero no se manifiesta expresamente su facultad para la expedición de actas de nacimiento.
Con la adición de tres párrafos se precisa que cuando le sea solicitado, la autoridad consular “expedirá actas del Registro Civil a favor de mexicanos con domicilio fuera de territorio nacional, incluyendo actas de nacimiento de los que no fueron registrados en su oportunidad, conforme a las disposiciones aplicables”. No se han precisado las condiciones que se pedirán para ello.
La reforma a la ley también indica que la Secretaría de Relaciones Exteriores “podrá celebrar convenios de coordinación con las entidades federativas, para establecer acciones conjuntas que permitan el adecuado cumplimiento de las funciones del Registro Civil en las oficinas consulares”.
El pasado miércoles el Senado mexicano aprobó, con 76 votos a favor y 0 en contra, la reforma.
Los denominados “invisibles” son el sector de la población de indocumentados en Estados Unidos más vulnerable, pues carecen del elemento más básico de cualquier ser humano: la identidad.
Muchos de ellos llegaron a Estados Unidos recién nacidos, en los brazos de sus padres, cruzando el desierto y el Río Bravo, en la frontera.
Y precisamente, esas familias, que venían al norte con la convicción de que les estaban proporcionando a sus hijos un camino para alcanzar “el sueño americano”, jamás se imaginaron que al llevarlos, sin registrarlos en su país de origen, los estaban condenando a vivir su peor pesadilla: la de no existir legalmente.
Una vez que los cambios entren en vigor, miles de mexicanos migrantes podrían obtener por primera vez en su vida un registro de nacimiento y un acta que establezca quiénes son, dónde y cuándo nacieron.
Para quienes viven la pesadilla de la “doble invisibilidad”, esto representa el contar por primera vez con una identidad, con una nacionalidad, con cosas tan cotidianas como poder tener una identificación, abrir una cuenta de banco, beneficiarse de alivios migratorios, casarse, registrar a sus hijos, registrarse para ir a la universidad; simplemente ser alguien por primera vez.
Estos inmigrantes no pueden obtener ese registro de otra manera, ya que por su calidad de doblemente indocumentados no pueden salir de Estados Unidos y viajar a México.
Según datos proporcionados por el Senado de México, podría haber dos millones de mexicanos indocumentados en Estados Unidos con problema de registro.
Fuente: Univisión.