El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, promulgó este lunes siete leyes que dan vida al Sistema Nacional Anticorrupción, un marco legal integral inédito en la historia del país para prevenir, controlar y sancionar la corrupción en todos los niveles de gobierno.
Peña Nieto dijo que para recuperar la confianza ciudadana en las instituciones es necesaria una autocrítica, y pidió perdón por el “agravio e indignación” que causó el tema de la “Casa Blanca”, una residencia que la primera dama Angélica Rivera compró en 2012, antes de que él asumiera la presidencia.
“Este asunto me reafirmó que los servidores públicos, además de ser responsables de actuar conforme a derecho y con total integridad, también somos responsables de la percepción que generamos con lo que hacemos”, dijo el presidente.
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“En esto reconozco que cometí un error, no obstante que me conduje conforme a la ley. Este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el Gobierno”, abundó Peña Nieto.
En un acto que reunió a ciudadanos, políticos y empresarios en Palacio Nacional, el presidente afirmó que el sistema anticorrupción es el inicio de una nueva etapa para la democracia y el Estado de derecho en México, y lo comparó con la creación, hace más de dos décadas, del Instituto Federal Electoral, ahora Instituto Nacional Electoral (INE).
Peña Nieto expuso que el sistema representa un “cambio de paradigma” porque da vida a una fiscalía anticorrupción, robustece a la Auditoría Superior de la Federación y a la Secretaría de la Función Pública (SFP), además de que dota de instrumentos a ciudadanos para vigilar a los gobiernos.
“Estoy seguro de que en México habrá un antes y un después de este sistema. Trabajaremos para erradicar los abusos de quienes no cumplen con la ley”, indicó el presidente.
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— Presidencia México (@PresidenciaMX) July 18, 2016
Todos los días, subrayó, la población conoce de actos de corrupción a manos de servidores públicos y particulares que lastiman y duelen.
“La corrupción es un reto de la mayor magnitud que requiere acciones de la sociedad y las instituciones, y estoy convencido de que tiene solución”, afirmó Peña Nieto.
El presidente resaltó la contribución de los grupos de la sociedad civil y académicos que impulsaron varios puntos de las nuevas regulaciones, como la norma que ahora obliga a que funcionarios presenten sus declaraciones fiscal, conflicto patrimonial y de intereses.
“El sistema que estamos construyendo es único. Nació de los ciudadanos, será presidido por los ciudadanos y servirá a los ciudadanos”, agregó Peña Nieto.
Antes, el director de Transparencia Mexicana y uno de los impulsores de las nuevas reglas, Eduardo Bohórquez, describió que la corrupción en el país es una “herida abierta” en la sociedad, porque deteriora la calidad de los servicios, distorsiona la ejecución de programas e inhibe la justicia.
“La corrupción se ha convertido en el impuesto más regresivo que tenemos, que pagan los hogares mexicanos todos los días: 33 por ciento del ingreso de una familia que gana un salario mínimo se destina al pago de sobornos para acceder a trámites y servicios”, enfatizó Bohórquez.
Por su parte, el presidente del Senado, Roberto Gil, destacó que el trabajo conjunto de sociedad civil y los parlamentarios dio como resultado un marco legal que permitirá a instituciones ir de la mano con ciudadanos para prevenir, controlar y sancionar lo mismo a entidades que a funcionarios particulares.
“Es un sistema potente y robusto de incentivos y disuasivos, de controles y consecuencias”, aseguró el senador.
Fuente: El País