EnglishEl pasado domingo 15 de marzo llegó a la redacción de El Periódico de Monagas, en el estado homónimo de Venezuela, una denuncia sobre un posible derrame petrolero en el río Guarapiche, proveniente del complejo Jusepín de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). El reportero gráfico de guardia, Osmel Rodríguez, acudió al llamado junto con su colega Henry Bastardo, tal y como lo hizo en febrero de 2012 cuando el río soportó el mayor derrame petrolero ocurrido en Venezuela en 74 años: 80 mil barriles en 20 horas.
“Mientras nos acercábamos para tomar las fotos, el olor era igual al de 2012”, asegura Rodríguez, quien aclara a PanAm Post que no alcanzó a ver las condiciones del río antes de que un grupo de soldados los detuviera. La idea de haber ido a la planta en pareja para dividirse y buscar la ribera del Guarapiche por dos flancos distintos —y así evitar la censura de Pdvsa— no les funcionó.
Durante 15 minutos fueron interrogados por un grupo de soldados y un militar de rango mayor, quien les pidió que no volvieran a las instalaciones. Ese acto dio inicio al fuerte cerco militar que ahora rodea a la planta y los accesos al río.
Vecinos de sectores aledaños al río confirmaron a la prensa y a organizaciones ambientales que el aspecto del contaminante era similar al del petróleo.
Pero en una nota de prensa del mismo domingo, Pdvsa informó que la fuga no fue de crudo, sino de “aguas tratadas para inyección en los yacimientos”, que se utilizan en la Planta de Inyección para Recuperación Secundaria de Crudo de Jusepín. Según la empresa estatal, los empleados tomaron acciones inmediatas, colocaron barreras para contener el líquido y extrajeron un porcentaje desconocido de este.
Pdvsa indicó que el vertido no afectaría a la planta potabilizadora de agua Bajo Guarapiche que abastece al 80% de Maturín, la capital del estado Monagas, con cerca de 400 mil habitantes.
La gobernadora del estado, la socialista Yelitze Santaella, secundó esta versión de los hechos en su cuenta de Twitter, y aseguró que no habría interrupción en el servicio de agua de la ciudad. Precisó a los periodistas locales que el incidente ocurrió por el descuido de empleados que se durmieron.
El último Balance de Gestión Social y Ambiental de Pdvsa (2013) reporta que en comparación con 2012, la empresa triplicó el número de derrames de hidrocarburos. De 3.527 eventos ocurridos en 2012, se alcanzaron 10.660 en 2013.
A pesar de ello, Pdvsa enfrentaba en ese período (2013) solo 22 procesos penales por dichos derrames.
El mismo día el Ministerio Público designó al Fiscal 14° de Ambiente de Monagas, Oswaldo Perero, para investigar las causas que originaron el desbordamiento de un “tanque de petróleo”, frase usada por el Ministerio que sembró dudas sobre el verdadero contenido del derrame.
Desconfían de la calidad del agua
La suspicacia aumentó con unas declaraciones siguientes de la gobernadora, quien, según relataron periodistas cercanos a PanAm Post, mencionó a los medios que el derrame fue petrolero.
Con la zona afectada bajo estricta vigilancia militar, la incertidumbre alcanzó niveles máximos los dos días siguientes cuando cesó el servicio de agua en zonas de Maturín. La Gobernación aseguró entonces que la situación se debía a una falla eléctrica en la planta de tratamiento del río.
Orlando Moreno, de la organización local Ojiru Vida Ecológica, explicó a PanAm Post que tras el derrame de febrero de 2012, cuando Maturín pasó más de 50 días sin agua por la intensa contaminación, hay desconfianza sobre la calidad del líquido. Relata que en 2012, el entonces gobernador, José Gregorio Briceño, se negaba a abrir las tuberías por los bajos estándares de calidad del agua, mientras que el gobierno central presionaba por la reanudación.
“Cuando hubo el derrame eran capaces de matarnos con el agua contaminada. Insistían (el gobierno) en abrir las tuberías, e inclusive vimos cómo llegaba a la ciudad agua aceitosa y negra”, indicó.
El pasado 17 de marzo, Briceño compartió esta foto en Twitter; aunque se desconoce la autenticidad o fecha de la misma, la imagen corresponde con las descripciones de los vecinos.
Creen q el pueblo de Maturin no se merece estar informado sobre la contaminación del río Guarapiche? pic.twitter.com/Rr6TntWJlC
— El Gato Briceño (@josegbricenot) March 17, 2015
Moreno recordó que más allá del problema hídrico, la atención al medioambiente debe ser oportuna en casos de accidente, y consideró que la desinformación del caso actual no contribuye en ese sentido.
Guarapiche: víctima de la actividad petrolera
El incidente de hace 10 días sucede antes de que los efectos del derrame de 2012 se disipen. Ese año, investigadores de la Universidad Central de Venezuela (UCV) aseguraron que por el daño causado, la recuperación tardaría de tres a 10 años.
Antonio Machado-Allison, del Instituto de Zoología y Ecología Tropical de la UCV, explicó entonces que la Reserva Forestal Guarapiche y el vecino Parque Nacional Turuépano poseen especies de flora y fauna únicas en el país y en el mundo. Señaló, por ejemplo, que la única población sana de manatíes del norte de América del Sur vive en esta zona y que la fuerte contaminación del río la perjudicaría.
El investigador informó que además de causar la muerte de los organismos de la cuenca (de 21.000 km2), el derrame impactó en la flora y fauna de parte del caribe oriental venezolano (Golfo de Paria), y que inclusive tuvo que haber afectado a las costas de Trinidad. Según el experto, el derrame cambiaría a largo plazo las condiciones de calidad de agua (temperatura, niveles de CO2) del río.
Ese año, Pdvsa derramó 143.597 barriles de petróleo, 80,4% más que en 2011 (79.599 barriles). En 2013, la empresa vertió al ambiente 81.909 barriles, según reporta su último balance ambiental.
Oficialismo atribuye accidente a un “sabotaje”
Mientras el Ministerio Público investiga el suceso, los diputados oficialistas del Consejo Legislativo de Monagas acudieron a la planta de Jusepín para conocer los hechos.
Este lunes el diputado oficialista Humberto González se adelantó a asegurar que el incidente fue producto de sabotaje, debido a que se necesitan herramientas especiales para manipular el tanque que presentó la fuga.
Desde el pasado 15 de marzo, Pdvsa ha llevado a cabo “ejercicios” de respuesta a contingencia ante una eventual intervención o sabotaje, que, de acuerdo al gobierno de Nicolás Maduro, Estados Unidos podría perpetrar contra Venezuela.
El 4 de febrero de 2012, día en el que ocurrió el derrame de ese año, los trabajadores de la empresa fueron incapaces de atender la contingencia porque se encontraban en una manifestación en conmemoración del intento de golpe de Estado que encabezó Hugo Chávez 20 años antes. La zona fue igualmente militarizada y quedó prohibido el acceso a los medios de comunicación.