English“Los seres humanos no respondemos a la prohibición; respondemos a la razón”, resonó la voz del mexicano desde el púlpito, que no era la voz de un hombre cualquiera al sur de la frontera estadounidense.
El expresidente de México, Vicente Fox (2000-2006), viajó a Washington D.C. el fin de semana del 14 al 15 de febrero para compartir con jóvenes liberales y libertarios de todo el mundo. Su mensaje, más allá de los consejos e inspiración para líderes emergentes, fue contundente: hay que acabar con la guerra contra las drogas.
“Ha sido un fracaso total, un absoluto fracaso”, dijo, ante el aplauso de la audiencia.
Junto con la economista Deirdre McCloskey de la Universidad de Illinois (Chicago), Fox dio una de las conferencias finales el domingo en la Conferencia Internacional de Estudiantes por la Libertad 2015. El discurso del exmandatario mexicano fue recibido con una ovación de pie por los aproximadamente 400 asistentes.
Debido a la mayoría de jóvenes entre el público, Fox dedicó la primera parte de su discurso de 30 minutos a los valores subyacentes de liderazgo y sobre qué hace que una nación sea exitosa. Los dos pilares, sostuvo, son la libertad y la democracia, e incluso se basó en los derechos naturales, citando a varios padres fundadores de Estados Unidos.
Uno tan solo debe mirar a América Latina para ver qué sucede cuando estos están ausentes, recalcó: “Pasamos el siglo XX en manos de dictadores… en manos de gobiernos autoritarios. Y las consecuencias están a la vista hoy. Es una región muy rezagada… en educación, en acceso a oportunidades, en ingresos… en acortar el camino hacia la felicidad”.
Pidió a los presentes “luchadores por la libertad” no permanecer inactivos, ya que la amenaza del autoritarismo está siempre presente: “Si solo nos quedamos en las intenciones… en las ideas, nunca será suficiente. Una motivación debe tener resultados, debe llevarte a la acción.”
A medida que Fox se concentraba en la guerra contra las drogas, su voz se volvió conmovedora. “¿Qué diablos está pasando en México?” se preguntó, al expresar tristeza por los miles de jóvenes asesinados cada año. “Esos chicos, como ustedes… no nacieron criminales… y sin embargo mueren, les matan… en esta supuesta guerra contra las drogas”.
Quiso que la audiencia entendiera el hecho de que México no es un productor ni consumidor principal de drogas, por lo que los mexicanos se encuentran atrapados entre los productores sudamericanos y los consumidores estadounidenses, un mercado que mueve decenas de miles de millones de dólares.
“Como yo lo veo, la legalización es la manera de salir de este enredo… sacarle a los criminales el negocio y ponerlo en manos de emprendedores”.
Fox se mantuvo optimista acerca del futuro de la legalización, y elogió a Portugal como un ejemplo exitoso, junto con varios Estados de EE.UU. Para no dejar ninguna duda, afirmó que su lógica de apostar por la libertad de elegir con responsabilidad y educación se extiende a todas las sustancias hoy ilegales: “Soy un activista que trata de promover el cambio, mundial si es posible, y para todas las drogas”.
Resaltando la urgencia del tema, Fox pidió que los líderes del mañana sean conscientes de que el dinero proveniente del narcotráfico posibilitó una sinergia entre los cárteles y funcionarios corruptos en México y toda América Latina. Quiere una “cruzada” en contra de esto, ya que “la corrupción es un mal, un cáncer que debemos erradicar”.
Fox terminó su discurso con un mensaje positivo y se mostró sumamente entusiasmado por el evento. Aprovechó la oportunidad para promocionar su biblioteca presidencial y el think tank Centro Fox en el Estado mexicano de Guanajuato, e invitó a los jóvenes a visitarlos o incluso a organizar un evento de Estudiantes por la Libertad allí.
“Queremos promover este tipo de juventud en nuestro país… [y] tenemos suficiente tequila y enchiladas,” bromeó.
Los líderes de la filial latinoamericana EsLibertad han expresado su interés en crear lazos con el Centro Fox y se reunieron con el expresidente.
Gonzalo Mellado Montes, miembro del consejo ejecutivo de Eslibertad y director para Chile concordó con la preocupación de Fox acerca de la actual “pérdida de libertad en América Latina”.
“Se torna necesario,” asegura Mellado, que otros expresidentes y líderes sigan el ejemplo de Fox y “tomen responsabilidades en los rumbos que toman sus países una vez culminados sus mandatos, sobre todo si es apoyando las ideas de las generaciones venideras”.