En un país donde la política es sinónimo de corrupción, elitismo y tradición, su historia se asemeja a la de David contra Goliat.
Alrededor del mundo lo conocen como el joven de 25 años que con tal sólo MEX$18.626 (US$1.100) en aportes estatales, logró derrotar a los grandes partidos políticos de México.
A un mes de su histórica victoria electoral, el 7 de junio, Pedro Kumamoto, el primer diputado independiente del Congreso del estado de Jalisco, compartió con PanAm Post lo acontecido antes y durante la campaña electoral, así como sus expectativas para la próxima legislatura y su propuesta por una democracia más participativa.
En la era de las redes sociales, Kuma —como se le conoce en Zapopan, y ahora en muchas partes más— asegura que no hacen falta promesas falsas, filiaciones políticas o grandes fuentes de financiamiento para conectar con los ciudadanos. Lo que hace falta es acercar a la gente a la política, a ocuparla desde una perspectiva más inclusiva y comunitaria.
Pedro, usted estudió Gestión Cultural en el Iteso (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente) y fue un miembro fundador de Wikipolítica, una red de voluntarios sin filiación política que busca mejorar la calidad de la democracia ciudadana. ¿En qué momento se dio cuenta de que quería postularse a una diputación local?
Más que un momento personal o el interés de postularme a un cargo público, lo que cambió fue el deseo de involucrarme en la política que yace dentro del Gobierno. Nosotros decidimos que teníamos que involucrarnos en la toma de decisiones, y bueno, esta decisión se tomó desde Wikipolítica, desde esta plataforma.
Fue un proceso en donde las 17, 18 personas que trabajábamos en la organización concertamos en que el vocero fuera yo, por mi trabajo como presidente de la Sociedad de Alumnos o como investigador en el Observatorio Legislativo del Iteso. Sobre todo por este proceso que se vive en la historia reciente de México, decidimos usar nuestro derecho de votar y ser votados, pero no nada más a través de la vida de un partido político, sino también por la vía de una candidatura independiente.
Reunió MEX$250.000 (unos US$16.000) en financiamiento, cuando los demás candidatos gastaron millones, tres o cuatro veces más que su equipo. ¿Cómo dieron con el mensaje, los muros sí caen?
Esa frase en sí la dije en una entrevista. Después de eso lo tuiteé y se volvió relativamente viral. Entonces nos dimos cuenta que podría ser una frase que valdría la pena. Lo consultamos con varios consejeros y nos dimos cuenta que podía ser una buena frase para poder desarrollar un concepto muy importante para nosotros que es: ‘Los cambios políticos se gestan, se trabajan y se conquistan’.
"Los Muros de la partidocracia sí caen, los muros de la desesperanza sí caen. Hagamos historia juntos" #YoVotoKumamoto #LosMurosSíCaen
— Pedro Kumamoto (@pkumamoto) May 27, 2015
En un principio, ¿tomó la diferencia mediática y monetaria entre los partidos políticos y su equipo como una desventaja?
No, al contrario. A final de cuentas, pues sí te genera otro tipo de condiciones; pero nosotros estábamos muy contentos y muy ciertos en que también se puede hacer otro tipo de política sin necesidad de un derroche de recursos económicos. Eso nos permitió poder utilizar la creatividad como otro de los recursos que teníamos. Es decir, no teníamos mucho dinero, pero teníamos a muchas personas dispuestas a donarnos todo su día en trabajar, en pensar, en estar en la calle. Eso es una ventaja sobre los partidos políticos. Hay muchos partidos en los que si no les pagas, pues no van a actuar las personas.
¿Cómo dieron con la narrativa de ciudadanos dialogando con ciudadanos para generar una cultura más democrática, una democracia mucho más participativa?
Bueno, ese es uno de los puntos más importantes de Wikipolítica. Digamos que eso ya llevábamos dos años trabajándolo. Dos años de teorizar, platicar, de plantear distintos temas. A raíz de estas conversaciones previas se pudieron realizar este tipo de narrativas. Fueron muchas horas, muchas discusiones, y creemos que ahora pudimos llegar a un buen término con este trabajo.
Se ha dicho que la suya fue la victoria de las redes sociales y la innovación sobre el dinero. ¿Cómo se aseguraron ustedes que esa efervescencia, todo ese poder mediático que tenían ustedes sin usar los poderes de los partidos políticos, no se quedara solo en eso, solo en las redes?
Nosotros estábamos de hecho en el espacio público todo el tiempo. Es decir, las redes sociales virtuales tienen un símil en las redes sociales analógicas, por así plantearlo. Es utilizar, es desarrollar, es impulsar redes de confianza que estén basadas en los principios, las ideas y la honestidad que puedas generar. Entonces, nosotros no éramos un movimiento de redes sociales.
Si bien es cierto que muchas personas llegaron a nosotros gracias a las redes, también es cierto que nosotros no estábamos todo el día en Twitter. Yo estaba en las calles, yo estaba pegando calcomanías, yo estaba en los tianguis, yo estaba en las universidades, y eso nos generaba un doble frente. Lo que veías en las redes sociales también estaba sucediendo en las calles. Lo que sucedía en las calles también estaba sucediendo en las redes sociales. Y eso generaba un discurso consecuente con lo que queríamos transmitir. Somos personas que creemos en el poder de las redes virtuales pero sabemos que el poder analógico de un cara a cara personales nunca lo vas a suplir.
¿Cuáles fueron las claves para poder ganar esa diputación en el Distrito 10 de Zapopan?
Por un lado, el descontento y el rechazo de los partidos políticos tradicionales por parte de la gente que vive en mi distrito. Es un rechazo muy arraigado. Es un municipio que vota por la oposición históricamente. Por otro lado, logramos conectar con especialistas y figuras y grupos de interés que nos dieron la legitimidad que necesitábamos. Para eso tuvo que haber una campaña creativa, una campaña con búsquedas de innovación. No nada más a través de cuestiones de tecnología, sino también en cuestiones de transparencia, de rendición de cuentas, de generar mecanismos de cercanía y hacer una plataforma realmente incluyente. Yo creo que el último componente fue el trabajo de un grandioso equipo que trabajó todos los días, yo me atrevo a decir que 15 horas diarias, para poder lograr esta diputación.
En base a su experiencia, ¿qué le diría a otros jóvenes que, como ustedes, están cansados del sistema de partidos en sus respectivos países en Latinoamérica?
Yo les diría que tienen motivos para estar enojados y estar cansados de la política tradicional, pero yo seguiría con la misma ideología de que queremos ver realmente cambios. A la medida de nuestros sueños, involucrarnos nosotros con nuestras manos. Es importante que planteemos que nadie, en ninguna otra generación, va a hacer lo que nuestra generación está pugnando y lo que está luchando.
Habrá dos frentes. A lo mejor uno de ellos estará dentro de la política tradicional, a lo mejor otros son fuera de ella. El tema es que sean frentes que consideremos prudentes y necesarios para ver la sociedad que estamos pugnando.