EnglishEste domingo, los chilenos acudirán nuevamente a las urnas para participar de la última ronda de votación, donde finalmente se elegirá a la nueva presidente del país. Los electores que deseen participar votarán por segunda vez en un mes, en la elección definitiva entre la candidata socialista Michelle Bachelet y la ex Ministra de Trabajo y Seguridad Social, Evelyn Matthei.
La segunda vuelta tiene lugar, dado que ninguno de los nueve candidatos pudo alcanzar el 50% de los votos requeridos para ganar en la primera vuelta de las elecciones del pasado 17 de noviembre.
Mientras Bachelet se mostró fuerte en la primera vuelta, con el 46,7% de los votos contra el 25% de Matthei, la elección se caracterizó por un marcado abstencionismo. Solo el 49% del padrón electoral participó de los comicios, comparado al 87% que acudió a las urnas en la primera vuelta de las elecciones del año 2010, cuando Sebastián Piñera se impuso.
Así están los resultados parciales de las presidenciales con el 99,34% de las mesas escrutadas http://t.co/E8aHyUAYVJ pic.twitter.com/CLHMLmxqBT
— Emol.com (@Emol) 18 Novembre 2013
A pesar de que Bachelet mantuvo una imagen de moderación durante su primer mandato, entre los años 2006 y 2010, ha obtenido mucho apoyo en esta elección gracias a grupos más radicales y anti-mercado del espectro ideológico chileno. Representa a la alianza Nueva Mayoría, que incluye partidos socialistas y comunistas, como el Movimiento Amplio Social, el Partido Socialista y el mismo Partido Comunista. Este cambio hace pensar si un nuevo mandato suyo sería una continuación de aquel previo, con una orientación de centro, o será un giro más radical hacia el colectivismo.
De resultar electa por segunda vez, Bachelet prometió gobernar con una agresiva agenda, la cual incluye educación universitaria gratuita – sostenida por más impuestos a los profesionales – y la legalización del aborto terapéutico. Incluso, prometió la reforma total de la Constitución de Chile, en caso de poseer el suficiente apoyo electoral.
Patricio Navia, profesor de Ciencia Política en la Universidad Diego Portales de Santiago de Chile, informa que la coalición de Bachelet no obtuvo una mayoría calificada en el Congreso, por lo cual sus reformas requerirán apoyo de la oposición. Basándose en la campaña de Bachelet, Navia cree que un nuevo gobierno de la socialista sería más radical en relación a su primer mandato. Destacó que “Bachelet ha insinuado que ella lo hará [inclinarse más fuerte hacia la izquierda], sin embargo, también ha sido muy cuidadosa en no dar mayores especificaciones”. Por ejemplo, no ha explicado cómo construirá la nueva Constitución de manera precisa.
“Durante su gobierno de tendencia moderada, terminó su mandato con niveles de popularidad cercanos al 80%. No veo por qué ahora haría las cosas de forma distinta”, afirmó Navia.
Por otro lado, Evelyn Matthei representa al bando moderado, proviniendo de un partido orientado hacia el mercado, la Unión Democrática Independiente (UDI), y durante su campaña prometió en gran medida continuar con el éxito que se Chile vivió durante la década pasada — incluyendo una economía creciente y una pobreza cada vez más baja. Su propuesta representaba una alternativa más de centro que aquella de Bachelet, y prometió continuar las políticas del actual Presidente Sebastián Piñera. Matthei declaró que sus políticas intentarían emular el relativo éxito social y económico que “países como Alemania y las naciones escandinavas han logrado”. El jueves Matthei dijo a sus seguidores, “hemos construido un país con el esfuerzo de todos, no tiene sentido destruir todo lo que se ha construido si nos sentimos tan orgullosos de lo que tenemos”, probablemente refiriéndose a las promesas electorales más agresivas de Bachelet.
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— Comando #Evelyn2014 (@Evelyn_2014) 11 Dicembre 2013
En la noche del martes, las dos candidatas se enfrentaron en un debate televisado, en el cual Bachelet reiteró su insistencia en redactar completamente desde cero la Constitución de Chile, diciendo: “nosotros evaluaremos todos los mecanismos para crear una nueva”. Matthei, además de presentar un conjunto de políticas de derecha en comparación con aquellas de la coalición de Bachelet, prometió un aumento en la pensión mínima para “actuales y futuros jubilados”, lo que impulsó a la ex-presidente a responder con una promesa de aumentar el sueldo mínimo.
Bachelet realizó una exposición muy vaga sobre su propuesta por una educación “libre”, destacando que las universidades deberán firmar un acuerdo con el Ministerio de Educación, así como cumplir con ciertos pre-requisitos. Esto incluiría verificar que la institución educativa no sea de ánimo de lucro, que posea acreditación obligatoria y otros controles de programas y calidad.
Una nueva encuesta publicada este miércoles muestra a Bachelet con una considerable diferencia por encima de Matthei. Sin embargo, este estudio se llevó a cabo entre el 21 de noviembre y el 2 de diciembre; por lo tanto, no puede reflejar el impacto del debate televisado entre las dos candidatas del martes en la noche, ni de un debate anterior realizado el 6 de diciembre por la radio. La encuesta muestra una intención de voto de 63,7-66,3% para la ex-presidente en los comicios de este domingo. A pesar de que esto puede significar que Matthei acorte la brecha de la primera ronda de votación, todavía queda rezagada con un 33,7-33,3% de los votos.
Irónicamente, según el libro Hijas del General de Nancy Castillo y Rocío Montes, las dos contendientes eran compañeras de juego y vecinas de la infancia. Los padres de ambas, militares, habían sido asignados a la misma base aérea en Cerro Moreno, ubicado en el desierto de Atacama, en el Norte de Chile.