Siete atentados se han registrado —en menos de una semana— contra la infraestructura del oleoducto Caño-Limón Coveñas de la petrolífera colombiana Ecopetrol, que se extiende 780 kilómetros —desde Arauquita, Arauca— en el campo petrolero con el mismo nombre hasta el puerto de Coveñas en Sucre.
Varios hombres armado, presuntamente del Ejército de Liberación Nacional (ELN), ingresaron a las inmediaciones de la empresa en Piedmonte Arauca, donde habrían amedrentando al personal que se encontraba en el sitio. Cerca de las 11 de la mañana se escuchó una fuerte explosión, y un vuelo de supervisión confirmó una gran fuga causada por el accionar de los delincuentes. De igual forma se registraron dos explosiones más en Las Acacias, municipio de Arauquita, y en cercanías de la Planta Banadía, y mediante sobrevuelo se determinó la presencia de dos cráteres en el departamento de Arauca.
En el municipio de Toledo también se registró una detonación que si bien no causó filtraciones en el oleoducto dejó un cráter considerable. Otros dos atentados se habían registrado en menos de 72 horas en Arauca y Boyacá esa misma semana.
En lo que va corrido del 2020 las bandas criminales han hurtado de Ecopetrol el equivalente 585 000 barriles de petroleo, lo que representa cerca de 2 500 barriles diarios, ocasionando pérdidas a la compañía por el valor de $22 millones de dólares.
Aunque las detonaciones son la forma más llamativa de robar petróleo estas no son el único método con el que cuentan los grupos armados para realizar su cometido. En lo que va del 2020 se han detectado más de 900 conexiones ilegales en oleoductos y poliductos de la empresa, para el 2019 se habían detectado 747 conexiones.
Según la propia Ecopetrol los activos de infraestructura más afectados son los oleoductos Transandino (OTA), en el cual se han encontrado 706 perforaciones ilegales, la mayoría en los municipios de Tumaco, Ricaurte y Barbacoas, en Nariño, y el Caño Limón – Coveñas con 27 válvulas ilícitas, la mayoría en los municipios de Tibú y El Tarra en Norte de Santander.
En cuanto a los sistemas de transporte de combustibles, se registran 50 instalaciones ilícitas, la mayoría en el poliducto Pozos Colorados – Galán que va de Santa Marta a Barrancabermeja. Los registros en este sistema arrojan un total de 12 acciones ilícitas, principalmente en los municipios de Ciénaga y Aracataca, Magdalena, y Aguachica y Rio de Oro Cesar.
Ante la situación, tropas del ejército nacional se han dado a la tarea de proteger el Oleoducto Caño-Limón Coveñas, por lo que varios se han visto hostigados por miembros del ELN, en el municipio de Convención en el Norte de Santander.
El Ejército se ve en la tarea de proteger una infraestructura de 9 000 kilómetros de oleoductos y poliductos que atraviesan 270 municipios y transportan cerca de un millón de barriles de crudos y 300 000 barriles de refinados cada día, y cuyo contenido son una fuente de cuantiosas ganancias para estos grupos al margen de la ley.