El Representante a la Cámara por Guainía (departamento al oriente del país, en la frontera con Venezuela), Edgar Cipriano, fue grabado hablando con un contratista y ofreciéndole cargos públicos en consulados a cambio de realizar pagos entre COP$ 20 y 30 millones de pesos (USD$ 6.800-10.200, aproximadamente).
Fue el mismo contratista quien lo grabó y demandó su investidura, a sabiendas de que él también podría estar incurriendo en un delito. Sin embargo, decidió hacer su denuncia utilizando una conversación en la que negocian un cargo para un muchacho que habría pagado una suma de COP$ 12 millones de pesos colombianos (USD$ 4.000).
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Esta es la conversación que publicó Noticias Uno, noticiero independiente de Colombia:
-Contratista: El SENA [Servicio Nacional de Aprendizaje, institución pública de educación técnica] es excelente, mete a ese muchacho, tiene una hoja de vida excelente.
-Édgar Cipriano: ¿Él fue el que mandó los 10 [millones COP], no?
-Contratista: Sí, y la señora los 12 [millones COP].
-Édgar Cipriano: Los 12, pero de eso faltan dos millones.
-Contratista: Ah, yo los tengo.
-Édgar Cipriano: ¿Sí? Pues deme la mitad hoy
El contratista asegura que el congresista repartía los puestos que recibía por parte del Gobierno Nacional para que apoyara sus iniciativas, práctica que ha sido conocida en Colombia como la repartición de “mermelada”, y manifestó que, de acuerdo a la importancia del cargo, el congresista hacía los cobros.
“Dirección SENA Guanía: $30 millones [USD$ 10.000]. Dirección DPS Guanía: $20 millones [USD$ 6.600]. Consulado San Fernando de Atabapo: $30 millones. Consulado de Manaos: $30 millones. Defensoría Guanía: $10 millones [USD$ 3.300]. Cargos en la Contraloría General: $10 millones”
La prueba reina en contra de Edgar Cipriano sería una consignación por 9 millones de pesos (USD$ 3.000), hecha a la cuenta Diana Nicolle Salamanca, su asistente en la Unidad de Trabajo Legislativo (UTL), quien habría recibido ese dinero en calidad de testaferro de Cipriano y como parte de pago a cambio del consulado de Colombia en Manos, Brasil.
Sumado a lo anterior, Cipriano ya tenía una denuncia en 2014 por una supuesta compra de votos que realizó durante las elecciones.
El resto de la conversación publicada, con la que se hizo la denuncia en contra del congresista, también evidenciaría cobros por entregar cargos en instituciones de Guainía y que además habría incumplido a las personas a quienes les prometió trabajos.
Lo sucedido con el representante Cipriano es una muestra de por qué el Estado colombiano tiene tasas impositivas tan altas, ya que se deben mantener varios cargos en funcionamiento para pagar favores políticos y para favorecer sus propios intereses económicos.
Fuente: Noticias Uno