El presidente de Costa Rica Luis Guillermo Solís se reunió con el presidente y el vicepresidente de los Estados Unidos, Barack Obama y Joseph Biden, en la Casa Blanca.
Allí el mandatario costarricense pidió que se avance hacia la derogación de la Ley de Ajuste Cubano y las políticas que dan beneficios migratorios a los cubanos ya que esto ha incitado un flujo masivo de los isleños por toda Centroamérica.
“La migración cubana tiene una lógica propia, cuenta con privilegios por una serie de medidas en EEUU. Hasta que esas medidas no cambien, seguirá siendo una circunstancia muy atractiva para que vengan a Estados Unidos”, mencionó el presidente Solís en la conferencia organizada por los centros de estudios Wilson Center y Diálogo Interamericano.
Esta petición se debe a la cantidad de cubanos que se han quedado varados en su territorio, debido a que Nicaragua no permite que continúen su paso.
A pesar que entre los mes de noviembre y marzo se extendieron sus visas para el tránsito, aproximadamente 8.000 cubanos se encuentran en Costa Rica, sin otra opción.
El Gobierno de Costa Rica ayudó en esos cuatro meses a los migrantes varados; sin embargo, se acabó la capacidad de conceder albergues y ayudas humanitarias, por lo que empezarían a deportar a quienes ingresaran de manera irregular al país.
“Las migraciones ocurren en todas partes, pero en Costa Rica nunca habíamos tenido esta experiencia” afirmó el mandatario.
En abril, Solís ya había enviado una carta al presidente Obama en la que requería que se derogaran las leyes
que insitan la migración de los cubanos a Estados Unidos.
“Claramente, los cambios en la ley requerirían acciones del Congreso, y entiendo que no es probable que esto ocurra en un año electoral” ratificó el mandatario costarricense.
“Esto es algo que yo respetuosamente planteé al Gobierno de Estados Unidos, pero hay muy poco que yo pueda hacer para influir en ello, particularmente dado el contexto electoral” continuó expresando.
Fuente: El Nuevo Herald