EnglishMinutos antes de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Honduras anunciara los resultados preliminares de la votación para Presidente de la República, Xiomara Castro –esposa del ex mandatario Manuel Zelaya– se autoproclamaba triunfadora durante una rueda de prensa. “De acuerdo a la encuesta de boca de urna y a las actas hoy puedo decirles que soy la presidenta de Honduras”, aseguró la candidata presidencial por LIBRE. La incertidumbre que generó la declaración aceleró la respuesta del TSE.
Una hora antes de lo previsto, el presidente del TSE, David Matamoros, en cadena nacional reveló los primeros resultados (los últimos resultados disponibles se muestran en la imagen debajo), que daban como vencedor con el 35% de los votos al candidato del partido de gobierno, Juan Orlando Hernández. Con el 24% de las actas escrutadas, el partido LIBRE había alcanzado el 28% de los votos, Mauricio Villeda, del partido Liberal, el 21% y Salvador Nasralla, del Partido Anticorrupción, 15%. Los otros cuatro presidenciables mostraron porcentajes inferiores a los dos puntos.
Inmediatamente, Hernández publicó en su cuenta de Twitter una foto en la que se lo observa de rodillas con un mensaje de agradecimiento a Dios. Ya en el escenario, tras los resultados preliminares se autoproclamó Presidente: “Como dicen todos los sondeos, ¡voy a ser el próximo presidente de Honduras!”. Por su parte, Villeda, que hasta la tarde se había mostrado optimista de su triunfo, en horas de la noche fue más cauto: “Tengo la satisfacción que fue una campaña limpia sin insultos, sin injurias… En este momento tenemos que proteger a nuestros candidatos a diputados”, declaró a la prensa.
El candidato del Partido Liberal aceptó los resultados del TSE de Honduras; llamó incluso a su rival para felicitarlo por la elección, además de resaltar la necesidad de continuar vigilando los votos de los alcaldes y diputados cuyas mesas aún no han sido escrutadas. Por su parte, Nasralla desconoció el resultado, ya que asegura que tiene información relativa al ingreso de 5.500 actas truchas – sobre las casi 7.000 ingresadas al momento – al sistema de registro de datos, e indicó que haría las correspondientes impuganciones y denuncias.
Dando gracias a Dios por este triunfo junto a mi hija. pic.twitter.com/cUBs8jgq6c
— Juan Orlando H. (@JuanOrlandoH) 25 Novembre 2013
La misma reacción tuvo el ex Presidente Manuel Zelaya, cuyo derrocamiento en el año 2009 desató una crisis institucional en el país. Ruccu Moncada, ex funcionaria de su gobierno y actual delegada política de LIBRE aseguró a la prensa que los resultados preliminares son “un claro fraude”, pues se “observan irregularidades que tienen que ser analizadas y una gran cantidad de datos que no coinciden con lo recibido por nuestro partido”. LIBRE decidió desconocer los resultados y llamar a los militantes a defender el triunfo de Castro, mientras delinean las acciones para el día lunes.
Sin embargo, las elecciones parecen haberse desarrollado en un clima pacífico, sin mayores inconvenientes. Al cierre de esta edición, solo 6.966 actas habían sido procesadas por el TSE, lo que significa un 45% del total, pero la tendencia a favor de Hernández se mantiene.
Hernández, de 45 años, abogado de profesión, ejerció la Presidencia del Congreso de su país desde 2010 hasta junio pasado, fecha en la que pidió licencia para dedicarse a tiempo completo a su candidatura por el Partido Nacional. Es considerado uno de los hombres más cercanos del actual mandatario Porfirio Lobo. Su campaña, que despuntó en los últimos meses, estuvo marcada por la confrontación con su adversaria Xiomara Castro. La estrategia de ambos fue apelar al voto del miedo contra el adversario.
Uno de los principales puntos del discurso del candidato oficialista fue el combate a la inseguridad. Para ello, propuso que los militares custodien las calles, ante la desgastada imagen de la Policía. “Es una necesidad imperiosa del Estado hondureño que las Fuerzas Armadas deben estar al frente en esta batalla contra la delincuencia”, declaró Hernández en una ocasión. Castro, en tanto, se mostró en contra de la militarización de la sociedad y a favor de la policía comunal.
Víctor Meza, analista político, en declaraciones a BBC Mundo, indicó que el mensaje de Hernández “tiene más un sabor a Guerra Fría que a siglo XXI”. A su juicio, el alto nivel de ideologización de la campaña ha hecho aparecer a Juan Orlando como “el político que no conocíamos, más agresivo, desafiante, muchas veces con un impulso muy primario desde el punto de vista ideológico y con posiciones de corte conservador”. De hecho, los líderes religiosos apoyaron su candidatura. En Honduras se estima que el 90% de la población es creyente.
Los comicios celebrados ayer son considerados unos de los más complejos de la historia del país centroamericano por la participación de nueve partidos políticos –que presentaron a ocho candidatos presidenciales–, cuatro de ellos formados tras el derrocamiento de Zelaya el 28 de junio de 2009. Sin embargo, los partidos que no alcancen el 2% de la votación podrían perder su registro.
Los hondureños también acudieron a las urnas para elegir a tres designados presidenciales (vicepresidentes), 298 alcaldes, los 128 diputados del Congreso y 20 representantes al Parlamento Centroamericano. El proceso contó con la asistencia de 250 observadores internacionales de la Unión Europea, Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos.
El nuevo presidente, que entrará en funciones el 27 de enero del próximo año, tendrá entre sus desafíos el combate a la delincuencia, a los carteles del narcotráfico y a la pobreza. En Honduras, el 71% de los 8,5 millones de habitantes son pobres. Para lograrlo tendrá que generar consensos al interior del Congreso Nacional, en el que seguramente no alcanzará la mayoría automática debido a la polarización electoral.