Tras los eventos del pasado miércoles, los venezolanos han quedado consternados, no sólo por la violencia vivida en las manifestaciones estudiantiles, sino por la evidente censura que el gobierno ha ejercido sobre los medios de comunicación. Pero esta vez, la censura ha pasado los límites de la televisión y ha llegado hasta las redes sociales, una forma hasta ahora muy utilizada para comunicar todo aquello que los medios estatales no informan sobre el país.
No es noticia que la mayoría de los canales de televisión pertenecen al Estado, y que aquellos pocos que todavía están en manos privadas están fuertemente presionados para hacerse la vista gorda. El pasado lunes, William Castillo, director del órgano estatal que regula los medios de transmisión, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (CONATEL), había anunciado que la cobertura mediática de incidentes violentos podía acarrear una violación de la Ley de Responsabilidad Social.
Bajo este paraguas legal, el gobierno ha justificado la prohibición a cualquier medio de comunicación (televisión o radio) de informar eventos violentos que “fomenten zozobra en la ciudadanía o alteren el orden público”, “desconozcan a las autoridades legítimamente constituidas”, o “inciten o promuevan el odio y la intolerancia por razones religiosas [o] políticas”.
Ésta fue la razón para que el gobierno, en la tarde del miércoles, ordenara a los proveedores de televisión por cable DirecTV y Movistar sacar del aire al canal colombiano de noticias NTN24, el único que transmitía los disturbios tras la marcha opositora. La directora del canal, Claudia Gurisatti, confirmó la suspensión de la señal del medio en Venezuela: “no hay señal de NTN 24 en ninguno de los cableoperadores, la señal fue eliminada de la grilla de programación tanto de Direc TV como de Movistar (…) No hay señal de televisión de NTN24, lo que hay es señal de streaming”.
Al respecto, el Presidente Nicolás Maduro, en cadena nacional, admitió que la decisión de sacar al medio fue una “decisión de Estado”, y que se adoptó como represalia por su transmisión sobre las protestas.
Un régimen de censura
Mientras grupos armados y fuerzas policiales se enfrentaban, y estudiantes eran golpeados y asesinados el día miércoles en las calles de Venezuela, los medios de comunicación estatales transmitían la celebración del Día de la Juventud del Presidente Maduro junto a la orquesta sinfónica.
Miles de venezolanos entonces recurrieron a las redes sociales, especialmente Twitter, para informarse sobre lo que sucedía. Fotos, reportes y vídeos permitían a los ciudadanos conocer las agresiones, fallecidos y heridos, así como los nombres de aquellos estudiantes desaparecidos y detenidos por la policía. Según la BBC, los familiares de uno de los tres fallecidos, Bassil Dacosta (24 años), aseguraron que se enteraron de la muerte del joven por las redes sociales.
Si bien el Ministerio de Interior y Justicia publicó una lista con los nombres de personas detenidas por participar en las manifestaciones, organizaciones no gubernamentales como Foro Penal Venezolano alegan que el número de detenidos es mucho más alto.
En Venezuela las redes sociales se han convertido en un instrumento esencial para compartir toda información que los medios de comunicación estatales deciden no informar.
A pesar de los hechos violentos del día miércoles, las protestas han continuado a lo largo y ancho del país. Los estudiantes han convocado distintas movilizaciones todos los días, y el único medio para dar a conocer los detalles de las concentraciones ha sido a través de las redes sociales. Sin embargo, el día de ayer, usuarios de internet de CANTV — empresa estatal — reportaron que no podían visualizar las imágenes que se compartían a través de Twitter.
CANTV bloquea para Twitter #Venezuela los protocolos de media que permiten la visualización de FOTOGRAFÍAS | RT
— El Universitario (@eluniweb) February 14, 2014
Se denuncia que CANTV bloqueó el puerto 8118,que permite el acceso a hosts de imágenes de la red social Twitter en Venezuela.
— Cámara de Caracas (@CamaradeCaracas) February 14, 2014
Venezolanos alegan que este bloqueo podría estar relacionado con las recientes medidas de censura. La periodista Ana Gondar comenta al respecto que “esto no es un hecho aislado, está ligado a medidas como la salida de la parrilla de NTN24. Cantv es una empresa nacionalizada, lo que quiere decir que el mayor porcentaje de las telecomunicaciones dependen del gobierno”. Gondar continúa, “no es casualidad que en un momento de crisis social haya problemas con una de las pocas herramientas que le permiten a los venezolanos transmitir información al resto del mundo”.
La campaña por parte de medios estatales identificando a estudiantes como “grupos fascistas violentos” han contrastado con la versión de lo que se reporta en las redes sociales. El ex Presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, Roderick Navarro, explicó a PanAm Post que “el régimen esta interesado en banalizar la protesta, en crear ficciones, porque a pesar de que tienen todo el poder comunicacional, todo, la verdad no la pueden esconder”.
Ante la desinformación, la impunidad continúa
Con respecto a los grupos violentos reportados en las manifestaciones, el gobierno ha culpado expresamente a Leopoldo López y su partido Voluntad Popular, y viceversa. Frente a esto, el líder estudiantil nos comenta “son infiltrados, nosotros no nos prestamos para actividades de ese tipo (…) Los grupos que violentaron en Mérida las residencias estudiantiles son armados, entrenados y pagados por el Gobierno para amedrentar a los estudiantes. Son terroristas protegidos por [el gobernador] Vielma Mora y el resto del aparato del Estado: no es casualidad que nunca puedan agarrar a ninguno.
Hasta ahora la Fiscalía sólo ha acusado al dirigente de oposición Leopoldo López de ser el autor intelectual detrás de los disturbios; sin embargo, no ha aportado explicación sobre los distintos vídeos y fotografías de testigos presenciales que muestran como individuos uniformados disparan y agreden a manifestantes.