EnglishLuego de que la Corte Suprema de Estados Unidos legalizara el matrimonio homosexual en todos los estados de ese país, la discusión en Colombia —que lleva años esperando un amplio debate en el Congreso, pero que ha tenido avances gracias a la intervención de la Corte Constitucional— ha empezado a sonar otra vez en el país, ¿Se acerca la hora ?
“La Corte Suprema de Estados Unidos ha demostrado que las cortes si pueden jugar ese papel. Si existía alguna duda de que únicamente deberían ser los congresos, pues la Corte Suprema demuestra que cuando los congresos no actúan, las cortes tienen un papel fundamental que jugar”, afirma Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa, la ONG reconocida en el país por velar por los derechos de la comunidad Lgbti.
En Colombia, el tema del “matrimonio igualitario”, como esta comunidad lo llama, se encuentra en un limbo jurídico, pues a pesar de que la Corte Constitucional dictó una sentencia que formalizaba la unión de parejas gay en el país, todavía no existe una ley que diga expresamente que las parejas del mismo sexo pueden contraer matrimonio, por lo que notarios se han dedicado a ejecutar uniones solemnes, que según la comunidad Lgbti, no son una figura con respaldo legal en el país que realmente garanticen respaldo para constituir una familia.
“Ese contrato civil que se inventaron los notarios (unión solemne) no existe en el sistema jurídico colombiano. Hemos recomendado a la gente que no lo suscriba porque no sabemos qué derechos da, cómo se disuelve, ante quien se resuelven las controversias… Es mejor que la gente encuentre un juez que lo case o que definitivamente solo declare uniones maritales de hecho”, explica Sánchez.
Este “contrato” que ofrecen los notarios es reflejo de la situación en la que se encuentra el debate. Cuando la Corte reconoció que las parejas del mismo sexo tenían derecho a constituir una familia, también le dio al Congreso un plazo para legislar al respecto. La discusión no se llevó a cabo y los acuerdos nunca se consumaron, pero los jueces y notarios están en su deber de ejecutar los matrimonios de alguna manera.
“Es increíble que congresistas sigan ciñéndose al artículo 42 de la Constitución (que define a la familia cómo la unión de un hombre y una mujer) cuando ya la Corte Constitucional dijo que las parejas del mismo sexo eran familia, y que el matrimonio no estaba prohibido en Colombia, sino que le faltaba regulación”, dice Sánchez, para quien el problema radica en la falta de voluntad política. “Se le ha dado autorización a los congresistas para legislar, pero realmente, si ni siquiera leen los conceptos de la corte, es muy difícil que haya una discusión táctica y seria en el Congreso de la República”.
Señales de legalización
Aun sin la aprobación de una ley en el Congreso, ya se han sentado varios precedentes que podrían indicar que dentro de poco tiempo el matrimonio homosexual en Colombia podría ser legal. Recién se conoció la aprobación en Estados Unidos, la Corte Constitucional ha vuelto a hacer el llamado para revivir la discusión, y cuando lo hizo, muy sectores se llevaron sorpresa al ver que el poder Ejecutivo apoyaría la decisión, y de hecho, ha instado para que el matrimonio igualitario sea una realidad en el país.
“La igualdad es imparable y la igualdad también llegará a Colombia (…) Hago reconocimiento a la Corte Constitucional por avanzar hacia el reconocimiento de derechos a esta comunidad, aunque se trata de una tarea todavía inconclusa y es necesario dar el paso para consagrar el matrimonio y la adopción igualitarios”, manifestó el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, en el día de celebración del Orgullo Gay.
Hace unos meses una sentencia de la Corte Constitucional también falló a favor de la adopción de un menor por una pareja homosexual debido a que una de las personas era la madre biológica del menor, lo cual dejó abierta la posibilidad de que otras parejas en la misma situación puedan hacer lo mismo, y abrir un camino hacia la adopción de niños por parejas del mismo sexo. De hecho, este debate se dio y llegó hasta su última instancia quedando la decisión en manos de un solo conjuez que finalmente no aprobó la decisión, pero se seguirán haciendo intentos para lograrlo.
Y para terminar, más recientemente, fue aprobado un decreto mediante el cual la población transexual puede modificar el componente de sexo en su registro civil de nacimiento y en su cédula, sin ninguna prueba médica o requisito más allá de la solicitud.
¿Habrá oposición a la legalización?
Para Colombia Diversa siempre ha habido opositores al matrimonio homosexual en Colombia, y esta vez no será la excepción. En 2013 la organización manifestó que había una persecución por parte de la Procuraduría, cuyo jefe de cartera es conocido por su visión conservadora, quien solicitó conceptos negativos en los procesos de constitucionalidad sobre parejas del mismo sexo y solicitudes de nulidad en casos de pensiones de parejas del mismo sexo y de adopción de un padre gay.
“La Procuraduría boicotea los procedimientos, boicotea el contenido y boicotea la dignidad de las personas Lgbti cuando la Corte da pasos hacia el reconocimiento (…) Ellos activan todo un aparato legal para oponerse a los derechos y que la gente no pueda acceder a ellos. Generan a los ciudadanos que quieren tener los derechos del resto de la población un desgaste judicial, emocional y de dinero inútil”, afirma Marcela Sánchez.
Por su parte Javier Suárez, representante de una ONG llamada Fundación Marido y Mujer, ya está adelantando trámites ante el Consejo de Estado para pedir la nulidad del reciente decreto presidencial que posibilita la cédula de identidad para las personas transgénero.
“Eso se presta para vejámenes e ilícitos. Por ejemplo, personas que estén siendo buscadas por la justicia, basta con que se declaren homosexuales y procedan a hacerse un cambio transgénero para que les den otra cédula (…) Yo me imagino a muchos guerrilleros de las FARC ahora corriendo a declararse homosexuales”, argumenta Suárez.
Javier Suárez también ha sido la persona que ha logrado anular dos de los tres matrimonios homosexuales que ha habido en el país y ha cuestionado a los jueces y notarios que los han llevado a cabo.
A pesar de que siempre han habido intervenciones de actores contra el matrimonio y la adopción por parte de homosexuales, Suárez reconoce que el paso que hace falta es algo que quizá no está tan lejos, y por eso, dice que luchará con todas la herramientas que tenga a su alcance para impedirlo.
De hecho, dice haber pedido un concepto al papa Francisco que le pueda servir a la Corte Constitucional y en dado el caso al Congreso para “tomar una decisión acertada”, pues para él, una pareja homosexual no garantiza la crianza de un menor, lo cual “vulneraría sus derechos”, y le preocupa que el niño adopte una inclinación homosexual “por adiestramiento”.
Para Suárez, lo que acaba de suceder en Estados Unidos es un “muy mal ejemplo” para los países de América, porque, según dice, también se está incitando a las cortes de otros países para que roben y usurpen competencias “como en el caso de Colombia”.
“Ha habido una desgraciada manera de proceder de la comunidad Lgbti, que es la del lobby gay ante la justicia, el poder político ejecutivo de la presidencia, y ante el Congreso”, dice Suárez refiriéndose a dos senadoras lesbianas que hay en la institución, “todo con el propósito de estar más cerca de la aprobación de estas cosas por vía política o judicial, bajo el argumento de la igualdad”.
Por su parte, Marcela Sánchez confía en la labor que ha hecho Colombia Diversa y la comunidad Lgbti para que el Estado reconozca sus derechos. “No solo la Corte está preparada, algunos jueces han dado un paso y las parejas mismas están dando un paso hacia una mayor visibilidad: la gente está ‘saliendo del clóset’, tomándose las calles y mostrándose tal y como son, y en esa medida va a haber reconocimiento pleno por parte de la sociedad, y luego, del Gobierno”.