Este martes 12 de abril, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, acusó a su vicepresidente, Michel Temer, de estar planeando una conspiración para poder tomar el poder sin el apoyo de las urnas.
Michel Temer es “un golpista sin respeto a la democracia (…) Vivimos tiempos extraños y preocupantes. Tiempos de golpe, de farsa y de traición”, dijo la primera mandatario en un discurso desde el Palacio del Planalto.
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“Cayeron las máscaras de los golpistas”, aseguró Rousseff, haciendo alusión a un audio divulgado el lunes en el que el vicepresidente parece dar como hecho la destitución de Dilma y pide construir un Gobierno de “salvación nacional”.
Rousseff, quien gobierna al país junto a Temer desde el 2011, hizo los señalamientos en un acto con profesores y estudiantes; en dicho evento, la primera mandataria no mencionó al vicepresidente, pero se refirió en múltiples ocasiones afirmando que “ahora usan la farsa de la filtración para difundir la orden del golpe”.
“Ahora conspiran abiertamente, a la luz del día, sin escrúpulos, para desestabilizar a una presidenta legítimamente electa”, sentenció frente a los educadores.
[adrotate group=”7″]Además, la presidenta dio a entender que el supuesto intento de derrocarla está dirigido por “dos jefes”; se presume que está haciendo referencia al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, quien en diciembre pasado aceptó iniciar el trámite para un posible juicio con fines de destitución.
Asimismo, Dilma Rousseff descalificó un informe aprobado este lunes 11 de abril por una comisión especial de diputados que recomienda a la Cámara de Diputados la apertura de un procedimiento jurídico en su contra.
De esta manera, el informe es enviado al pleno de la Cámara donde se someterá a votación; en caso de ser aprobado se enviará al Senado, que tendrá la última palabra sobre la posible apertura del juicio político.
De iniciar la investigación, Dilma Rousseff tendrá que abandonar el cargo durante el tiempo que dure la misma, asumiendo de esta manera Michel Temer hasta que el Senado vote la destitución.
La presidenta Rousseff se ve envuelta en la peor crisis que ha afrontado desde que asumió la presidencia en 2011 debido a las diferentes acusaciones de corrupción, ligadas a los escándalos de Petrobras y Mensalao y, sumado a los problemas económicas que ha afrontado la gran nación latinoamericana.
Fuente: Antena San Luis.