EnglishA partir de ayer, los bonos de Puerto Rico descendieron a un estatus de bonos “basura”, según la agencia de calificación Standard & Poors (S&P), que atribuye su decisión a la limitada capacidad que el Estado Libre Asociado posee para acceder a los mercados de capitales.
S&P rebajó a la isla de la calificación BBB- a BB+ en un momento difícil. Los funcionarios puertorriqueños planean vender sus bonos tan pronto como sea posible durante este mes para capitalizarse, pero se enfrentarán a los cada vez más costosos intereses de los préstamos.
El gobierno de Puerto Rico no pudo evitar la decisión de S&P, incluso después de que los legisladores redujeran pensiones y aumentaran los impuestos. El gobernador Alejandro García Padilla, quien asumió en enero de 2013, anunció que el presupuesto para el próximo año fiscal no se basará en el endeudamiento de la isla, poniendo fin a una práctica llevada a cabo desde el año 2000.
Puerto Rico posee una deuda de aproximadamente US$70 mil millones, de los cuales US$16 mil millones se encuentran respaldados por sus créditos.
El acceso de la isla al crédito seguirá siendo reducido en el mediano plazo, aunque las agencias Moody’s y Fitch no han anunciado tomar también acciones para bajar la calificación de los bonos, lo cual empeoraría la crisis fiscal de Puerto Rico.