El martes 3 de junio, la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México decidió cancelar y rediseñar una prueba destinada a docentes de educación primaria luego de percatarse que varios exámenes habían sido robados. Según relata el diario El País de España, ésta es la más reciente muestra de la resistencia del gremio de maestros a la reforma educativa que el gobierno de Enrique Peña Nieto trata de llevar a cabo.
El robo del paquete de exámenes ocurrió el viernes 30 de mayo en Chilapa, una ciudad de Guerrero, un estado donde el magisterio más ha antagonizado con el gobierno federal. Pero la SEP encontró además 79 “incidentes” en el resto del país, como el uso no autorizado de apuntes, libros o cuadernos y otras acciones prohibidas durante la prueba.
Los exámenes robados fueron vendidos entre MEX$5.000 y 15.000 (US$400 y $1.200), según publicó el diario Excélsior. “Varios maestros se juntan para comprarlo en grupo. Es algo que ha pasado siempre, afectando a quienes sí lo hacemos con nuestro méritos”, dijo una profesora del Distrito Federal al periódico. El secretario de Educación, Emilio Chuayffet, decidió cancelar la prueba para proteger “el derecho de los alumnos a tener maestros honestos y bien capacitados, y por el derecho a la igualdad y equidad de los docentes a ingresar por sus méritos y no a través de trampas”.
El nuevo examen, que definirá a los más capacitados de los grupos de cuarto, quinto y sexto grado, será aplicado a 100.338 maestros antes del 15 de julio. La SEP ha dicho que contará con “mayores medidas de seguridad” y que la nueva prueba no tendrá ninguna de las preguntas anteriores. Los maestros mejor evaluados podrían aspirar a mejores salarios, como señala el nuevo Programa de Carrera Magisterial.