EnglishEste martes 24 de marzo, el expresidente español Felipe González respondió a los señalamientos del Gobierno venezolano, que lo calificó de “injerencista y golpista” luego de que anunciara que participará activamente en la defensa de los líderes opositores encarcelados Leopoldo López y Antonio Ledezma.
González afirmó que se siente “incapaz” de “ponerse a la altura” de los diputados chavistas que lo criticaron por tomar la decisión de defender a los presos políticos venezolanos.
Una delegación conformada por cuatro diputados del oficialismo venezolano ofreció el martes una rueda de prensa en Madrid; los voceros aseguraron que la decisión de González se puede calificar como injerencia.
El diputado Darío Vivas criticó que González “y algunos sectores de la política española pidan impunidad” para López y Ledezma.
La parlamentaria oficialista Gladys Requena consideró también que la decisión del expresidente español de defender a los opositores encarcelados se debe a su “buena relación con el ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez”, al que calificaron de “terrorista, represor y corrupto”.
La delegación oficialista también criticó al Congreso español por manifestarse a favor de la libertad de López y Ledezma: “Nos extraña que el Parlamento fije su posición sobre Venezuela y no sobre la crisis que se vive aquí (…) donde hay 750.000 familias sin vivienda y un desempleo juvenil del 53%”.
La decisión del expresidente español ha sido respaldada por la oposición venezolana y diversos líderes de América Latina. González aseguró que ha contactado con los expresidentes Julio María Sanguinetti (Uruguay), Ricardo Lagos (Chile) y Fernando Henrique Cardoso (Brasil) para crear un frente internacional que trabaje para conseguir la liberación de estos presos políticos.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, también calificó este martes a Felipe González de golpista. “González se ha incorporado abiertamente a apoyar el golpe contra Venezuela, el golpe contra mí”, afirmó Maduro.
Maduro identificó dos “ejes” desde los que se impulsaría un golpe de Estado en su contra, el Bogotá-Miami, a cargo —según Maduro—, del asesor político venezolano Juan José Rendón, y el Madrid-Bogotá, presuntamente ahora bajo la conducción de González.
Cabe destacar que Felipe González viajó en 1977 a Chile por tres días durante la dictadura de Augusto Pincochet para visitar a familiares de desaparecidos opositores y presos políticos del régimen; durante su estadía, Pinochet permitió que González tuviera total libertad de movimientos, algo de lo que se hacía eco la prensa española este miércoles, para comparar al exdictador chileno (favorablemente) con el régimen de Maduro.
Fuentes: Analítica, Globovisión