EnglishLa Cámara Baja del Congreso argentino aprobó en la madrugada del jueves la propuesta de reestatizar los ferrocarriles del país tras 14 horas de debate. Con una abrumadora mayoría, 223 diputados del oficialismo y oposición votaron a favor, mientras que tan solo cinco se opusieron y seis se abstuvieron.
El proyecto, enviado por el Gobierno de Cristina Kirchner, designa a la empresa estatal Ferrocarriles Argentinos para controlar todas las vías ferroviarias del país. El Estado “decidirá, invertirá y administrará la red de vías”, sostuvo el ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo, quien aclaró que esos puntos “no serán objeto de negociación”.
“La ley nos da la posibilidad de convenir las concesiones, entendiendo que es innegociable la potestad del Estado nacional sobre las vías”, afirmó el ministro con aspiraciones presidenciales que ha hecho de la política ferroviaria una de sus banderas de campaña.
El proyecto recibió apoyo de los principales partidos opositores, quienes ya habían adelantado que votarían a favor. Ahora será girado al Senado para su aprobación definitiva.
Federico Sturzenegger, diputado del partido conservador Pro, explicó que su bancada votó a favor del proyecto porque “reactivará la inversión privada y pública”.
El Pro promovió la incorporación de la “modalidad de acceso abierto” para la administración de los trenes. Esta modificación permitiría que “cualquier operador ferroviario pueda transportar carga con origen y destino en cualquier punto de la red, independientemente de quien detente la titularidad o tenencia de las instalaciones del punto de carga o destino”, afirma el texto.
Diputados de centroizquierda, sin embargo, criticaron el proyecto y remarcaron que la ley solo implementa cambios superficiales.
Claudio Lozano, candidato a jefe de Gobierno en la ciudad de Buenos Aires, sostuvo que la propuesta “permite repetir la vieja historia del Estado bobo que absorbe pasivos que resultan del desguace realizado por los privados, reconstruye y pone a punto la red para luego volver a concesionarla”.
Por su parte, Margarita Stolbizer, calificó al proyecto como “puro merchandising“ y resaltó que responde a “una necesidad electoral del Gobierno por encima de realizar un cambio de fondo”.
El Gobierno argentino ha hecho hincapié en las políticas ferroviarias en un sistema afectado por la falta de mantenimiento y renovación.
A comienzos de año el Gobierno inauguró un nuevo servicio que une los 600 kilómetros que separan a Buenos Aires con la provincia de Córdoba, no obstante el viaje duró más de 19 horas y media, media hora más de lo que tardaba en 1890.