Un creciente enfrentamiento entre fuerzas del Gobierno y las pandillas violentas de El Salvador, en especial las agrupaciones Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, auspicia un futuro teñido de sangre para el país más pequeño de América Central.
Las autoridades salvadoreñas informaron que entre el 1 de enero y el 5 de abril de este año las muertes ocasionadas por las pandillas sumaron 1.194. De continuar esta tendencia, el Gobierno salvadoreño estima que al finalizar el 2015 el saldo alcance las 5.000 muertes. Casi 1.000 más que los 3.942 asesinatos de 2014.
El incremento de la violencia ha llevado a las autoridades salvadoreñas a escalar su poder de fuego contra las agrupaciones dedicadas al tráfico de drogas, extorsión, secuestros, y asesinatos por encargo. El presidente Salvador Sánchez Cerén anunció que se respaldará en los militares para combatir la violencia y creó tres batallones conformados por 200 militares cada uno para que encabecen la lucha contra las pandillas.
Según fuentes de inteligencia policial, citadas por el sitio de noticias ElSalvador.com, detrás del aumento de la violencia existe un presunto acuerdo que las agrupaciones MS-13 y Barrio 18 están negociando para “incrementar acciones que causen una mayor cantidad de asesinatos”.
La medida, señalan las fuentes, está motivada por el traslado reciente de 31 cabecillas que habían sido beneficiados por la tregua que el Gobierno facilitó entre las pandillas durante 2012 y 2013, a la cárcel de máxima seguridad de Zacatecoluca, conocida popularmente como Zacatraz.
Es el segundo traslado masivo que lleva a cabo el Gobierno de El Salvador en lo que va del año, y desencadenó en una reacción inesperada por parte de las maras.
Las autoridades temen que los posibles ataques organizados por las pandillas apunten contra funcionarios públicos, infraestructura estatal, y también hacia el sector privado.
Sin embargo, destacan las fuentes, que para poder concretar el plan, los pandilleros deberán esperar el visto bueno de los líderes de ambas organizaciones quienes se encuentran recluidos en Estados Unidos.
Respecto a la situación el Gobierno de El Salvador afirmó este viernes que no abrirán ningún diálogo de paz con las maras, sino que vencerá en la batalla contra el crimen a través de “la fuerza”.
Fuentes: El Faro, El Salvador.com, La Prensa.