Durante la tarde del pasado lunes, la juez Katherine Forrest negó la posibilidad de realizar un nuevo juicio a Ross Ulbricht, creador de la página web de venta de drogas Silk Road, a pesar de éste tenía una esperanza después de que dos agentes involucrados en el caso fueran procesados por supuesta corrupción.
La defensa de Ulbricht solicitó un nuevo juicio alegando que la Fiscalía no otorgó tiempo suficiente para revisar la evidencia en el anterior. Además, sugieren que la investigación sin orden judicial contra Silk Road violó los derechos de privacidad de Ulbricht y que, de acuerdo con los cargos contra los agentes, se requiere una nueva evaluación para evidenciar si estos afectaron el caso.
La juez Forrest escribió en su fallo que “no existe posibilidad de que un jurado llegara a un veredicto diferente”, por la cantidad de pruebas existentes.
En octubre de 2013 la policía cerró la página de venta de drogas Silk Road, la cual fue creada y administrada por Ross Ulbricht, quien se hacía llamar como “The Dread Pirate Roberts” (DPR).
La única manera de acceder a ella era a través del navegador Tor, que otorgaba absoluto anonimato. Además, solo se podían hacer pagos por medio de bitcoins, de tal forma que no quedaba rastro de quién compraba o cómo se pagaba.
Ross Ulbricht fue encontrado culpable de siete delitos por un Jurado Federal de Nueva York el pasado 6 de febrero. Entre los cargos se encuentran conspiración para el narcotráfico, gestión de una empresa criminal, conspiración para piratería informática y lavado de dinero.
Carl Force, exagente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), y Shaun Bridges, un agente especial del Servicio Secreto, tuvieron papeles destacados durante la investigación. El exagente de la DEA era el encargado de comunicarse con el creador de Silk Road.
Durante la investigación, Force creó personajes virtuales para extorsionarle 250.000 dólares a Ulbricht y posteriormente ofrecerle información sobre la investigación del Gobierno a cambio de unos 100.000 dólares.
Por su parte Bridge se adueñó de más de 800.000 dólares en bitcoines que controlaba durante la investigación, y los trasladó a su cuenta personal.
Ambos fueron acusados en una corte Federal de San Francisco por una serie de delitos, entre los que se encuentran fraude electrónico y lavado de dinero.