El Gobierno de Honduras manifestó este miércoles al de Venezuela su desagrado por el apoyo brindado al expresidente hondureño, Manuel Zelaya, en Estados Unidos, para comparecer ante la OEA.
En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras expresó que ha presentado a su par de Venezuela “su formal protesta por esos actos que considera una intromisión en los asuntos internos del Estado de Honduras, máxime proviniendo de un Estado con el que mantenemos relaciones cordiales”.
La Cancillería de Tegucigalpa asegura que Venezuela ha estado proporcionando “facilidades materiales y logísticas” al antiguo presidente hondureño, a su esposa, Xiomara Castro, y también a la otrora ministra Ricci Moncada “para comparecer ante la Organización de Estados Americanos (OEA)” en Washington. De acuerdo al mencioando ente gubernamental, los tres habrían estado “haciendo manifestaciones (ante la OEA) que consideramos contrarias a la institucionalidad democrática y al diálogo abierto convocado por el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández Alvarado”, reza el comunicado, que no señaló con precisión en qué consistirían estos actos emprendidos por el depuesto presidente hondureño.
Zelaya ha apoyado abiertamente a un movimiento denominado “los indignados”. El mismo se manifestado en contra de la corrupción y la impunidad que persisten en Honduras y ha demandado la renuncia del presidente Hernández y su Gabinete de Gobierno. El movimiento también persigue la instalación en el país de una Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICI).
Lejos de reaccionar negativamente, Hernández ha afirmado que considera la protesta de los indignados como una causa justa y el martes propuso a todos los sectores del país un “diálogo social sin condiciones de ninguna naturaleza” para tratar sobre los temas de la corrupción e impunidad.
Igualmente, el presidente propuso una alterantiva a las exigencias del movimiento: la creación de un “Sistema Integral Hondureño de Combate a la Impunidad y la Corrupción”. Se trata de un sistema que fortalecería la participación ciudadana en los poderes del Estado para enfrentar los problemas del país.
El expresidente Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio de 2009, ejerce como coordinador general del Partido Libertad y Refundación (Libre), por el cual fue electo diputado ante el Parlamento hondureño.
Fuente: La Patilla.