El Gobierno de Evo Morales denunció que empresas chilenas perforan pozos de agua en territorio boliviano. Ante la situación, la Cancillería de ese país anunció que solicitó a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), hacer una inspección de esa explotación acuífera.
El diario boliviano La Razón informó que según el vicecanciller Juan Carlos Alurralde, el Gobierno chileno señaló que los pozos de agua “son de ellos”.
“Hemos visto que están perforando pozos de agua cerca de la frontera, ya hemos mandado un equipo de inspección y ya hemos hecho la denuncia internacional (…); Chile nos ha respondido que son pozos de agua de ellos. (…) Están usando nuestros acuíferos los chilenos”, afirmó el funcionario boliviano.
Aunque Alurralde no informó la región exacta donde se efectuó la presunta perforación de los pozos de agua, espera que la Unesco se acerque a hacer una inspección para evitar que “esa explotación” continúe en la zona.
El diario local aseguró que la Cancillería boliviana ya activó un “plan integral” de control fronterizo debido a las recurrentes denuncias hechas por las autoridades.
Bolivia se seca
Un satélite de la Agencia Especial Europea confirmó la desaparición del Poopó, el segundo lago más extenso de Bolivia.
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El lago, que se ubicaba en Oruro, se ha convertido en desierto. Esta situación ha generado la muerte de millones de peces y unas 500 aves, y ha dejado a los pescadores locales sin sustento para vivir.
Según El País, “la evaporación se ha relacionado con varias causas, entre ellas las extracciones de las fuentes de agua de lago para minería y agricultura, la constante sequía provocada por el calentamiento del océano Pacífico a causa del El Niño y el cambio climático”.
En diciembre de 2015 la gobernación de Oruro aprobó una declaración de desastre natural tras constatar que el lago Poopó, el segundo más grande del país, después del Titicaca, está “prácticamente seco”.