Desde que se desató el escándalo de corrupción y defraudación aduanera en la Superintentencia de Administración Tributaria (SAT) en Guatemala, el nombre de la vicepresidente Roxana Baldetti salió a relucir constantemente por su posible vinculación en el caso. Además, su imagen, ya desgastada desde tiempo atrás, comenzó a ser golpeada con mayor fuerza.
Y las manifestaciones y exigencias de múltiples sectores para que abandonara el cargo lograron que el viernes sucediera un momento que permanecerá en la historia del país. El presidente Otto Pérez Molina, en una conferencia de prensa, dio el anuncio: “hace unos momentos he sido notificado de la renuncia de la señora vicepresidente, Ingrid Roxana Baldetti Elías”.
Luego, sin hacer uso fuerte de su grave e imponente voz, como es lo habitual, Pérez aseguró que la decisión de la vicepresidente era “personal”. Además, dijo que era un acto “valiente” (y lo repitió varias veces). Ella no se encontraba allí. “Supongo que está con su familia”, expresó el mandatario, y afirmó que esto se debía a que Baldetti había preferido que fuese él quien diera a conocer la noticia.
La conferencia fue breve. El presidente parecía estar lastimado por la renuncia de su compañera de fórmula. Insistió en que ella no lo hizo “por presión” sino que se debió a que ella quiere demostrar que no está involucrada en el grupo delincuencial “La Línea”.
El apoyo hacia Baldetti cada vez se hizo más escaso. Días atrás, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) había aprobado dar trámite a un antejuicio solicitado en contra de la vicemandataria. Las manifestaciones no cesaban exigiendo justicia. Los pronunciamientos que pedían su renuncia se acrecentaban con los días. Era evidente, estaba acorralada.
“No renunciás, yo te despedí”
La conferencia apenas terminaba, pero frente al Palacio Nacional de la Cultura, sede del Gobierno de Guatemala, ya comenzaban a congregarse varios guatemaltecos, quienes coreaban: “Sí se pudo”. Pero que a la vez, afirmaban la postura que este es únicamente el primer paso contra la corrupción. Así, también se escuchaba: “Otto Pérez, faltás vos”.
El ambiente era de fiesta y denuncia. Sonaban ametralladoras (fuegos artificiales característicos del país) y varios cantos relacionados al momentos que vive actualmente el país.
Las manifestaciones frente al Palacio, y en diferentes puntos del país, así como en diferentes lugares alrededor del mundo, comenzaron el sábado 25 de abril. En esa ocasión; la Plaza de la Constitución albergó a un aproximado de 30.000 guatemaltecos. En los días siguientes los manifestantes variaron en cantidad, pero las muestras de rechazo hacia la corrupción del Gobierno se han mantenido constantes.
En un punto de la noche, un grupo se dirigió al Congreso de la República, para exigir que el Organismo Legislativo reconociera la renuncia de Baldetti.
“Hoy empezó el efecto dominó”, era otro de los cantos que sonaban con frecuencia, y que también escuchó ayer en las manifestaciones, las cuales continúan pidiendo que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y el Ministerio Público (MP) lleguen al fondo del caso. Personas todas las edades afirmaban “no renunciás, yo te despedí” y portaban carteles con los cuales hacían ver su indignación. Quienes se encadenaron en días recientes para protestar contra la corrupción, enfrente al Palacio Nacional, también celebraron, y aseguraron: “No pertenecemos a ninguna agrupación política, pueden verificarlo ante el Tribunal Supremo Electoral (…) ¡No tenemos miedo!”.
La caída de Baldetti y su posible vinculación al #CasoLaLínea
Roxana Baldetti ha sido criticada en múltiples ocasiones por corrupción. Como revela un investigación presentada por el diario guatemalteco El Periódico en 2012, su salario no cuadra siquiera con su patrimonio, el cual asciende a más de US$13 millones.
Este no fue su mejor año, fue fuertemente cuestionada por aprobar el pago de 22 millones de quetzales para una “fórmula mágica” que habría de limpiar el Lago de Amatitlán. Este proyecto luego fue suspendido. No obstante, el pago aún no ha sido recuperado.
También estuvo presente su posible relación con la “Reina del Sur“, la narcotraficante Marllory Chacón, quien fue sentenciada en Estados Unidos la semana pasada. Se ha hablado de una posible amistad entre ambas y que Chacón habría sido financista del oficialista Partido Patriota.
Pero fue finalmente la desarticulación de la banda “La Línea”, por parte del MP y la CICIG lo que puso a Baldetti en el “ojo del huracán”. A esta estructura criminal, liderada por su exsecretario privado, Juan Carlos Monzón, fue vinculada la ahora exvicepresidente. Expertos señalaron, en diferentes ocasiones, que era imposible que esta desconociera las actividades ilícitas de Monzón. Además, en las escuchas presentadas como prueba por los investigadores, se mencionaron los nombres de “La 2”, “La Señora” y “La R”, seudónimos con los que ella ha sido relacionada.
Cuando esto sucedió, Baldetti se encontraba en Corea del Sur, pues una universidad le otorgó un doctorado honoris causa por su “labor social”. Iba acompañada de Monzón.
Y el domingo 19 de abril, luego que el presidente afirmara un día atrás que ella “hace su mayor esfuerzo por regresar” brindó una conferencia de prensa al respecto. Fue su última actividad pública. Durante esta, fue cuestionada respecto al día en que regresó y el porqué de la contratación de Juan Carlos Monzón, quien tenía un pasado como ladrón de automóviles. Baldetti fue incapaz de “recordar” la hora y el día de su vuelo. Se mostró molesta y nerviosa.
Días después se conocería que ella se encontraba en el país desde el viernes 17 de abril.
Y poco a poco se derrumbaba Roxana Baldetti; defenderla —aunque Otto Pérez Molina lo intentó— parecía, cada vez más, imposible. No obstante, Karen Cardona, comunicadora de la vicepresidencia, afirmó el pasado miércoles que ella no renunciaría; esto luego que el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) exigiera su renuncia y que la CSJ diera trámite a la solicitud de antejuicio emitida por la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), Winaq y Movimiento Nueva República (MNR).
La solicitud para que perdiera su inmunidad y fuera llevada a juicio fue trasladada luego por la CSJ al Congreso de la República, donde se conformó una Comisión Pesquisidora, la cual estaba conformada por cinco legisladores opositores. Baldetti intentó frenar esto, por lo que presentó un amparo a la Corte de Constitucionalidad (CC) pidiendo que se rechazara la solicitud de antejuicio. Sin embargo, los magistrados, de forma unánime, le dieron el “no” final.
Un día después, el Presidente anunció su renuncia.
¿Qué pasará ahora?
Ayer, sábado 9 de mayo, el Congreso de la República aceptó la renuncia en una sesión plenaria extraordinaria. La votación de los diputados fue de 149 a favor y 0 en contra.
Con esto, de acuerdo con la ley de Guatemala, el Presidente deberá enviar una terna al Congreso, el cual tendrá en sus manos la decisión de escoger a quien sustituirá a Baldetti.
Por otro lado, ahora que no cuenta con inmunidad, se dictaminó una prohibición de salida del país a Roxana Baldetti, para evitar que pueda llegar a fugarse de Guatemala.
Quedará esperar adónde llevan las investigaciones de la Cicig y el MP respecto al caso de defraudación aduanera. Ayer, Iván Velásquez, comisionado de la Cicig, dijo que esta “no hace transacciones”, en referencia a rumores de la existencia de un trato para no vincular a Baldetti con “La Línea”.
Continuarán las protestas y el #NoTeTocaBaldizón
La renuncia de Baldetti se ha considerado como “un primer paso” y como han llamado los manifestantes “el inicio del efecto dominó”, por lo que las protestas en contra de la corrupción se mantendrán.
Asimismo, una de las consignas que se mantienen es la de “No te toca Baldizón”, en referencia a Manuel Baldizón, candidato a la Presidencia por parte del opositor Libertad Democrática Renovada (Lider).
Manifestación pacífica, 9 de mayo. #EstoApenasEmpieza #OttoVamosPorVos #NoTeTocaBaldizón pic.twitter.com/2sa6Lwsdmd
— Gabriel Fuentes (@GaboFnts) May 10, 2015