La presidenta Dilma Rousseff designó a su antecesor, Luiz Inácio Lula Da Silva jefe de la Casa Civil, la más alta investidura dentro del gabinete ministerial brasileño.
Desde el despacho asignado Lula coordinará la labor de todos los ministerios del Gobierno. Entre las responsabilidades y atribuciones está la de nombrar ministros.
El nombramiento le permitirá al exmadatario la inmunidad que necesita en este momento que está siendo acusado de hechos de corrupción durante el ejercicio de su presidencia.
Luego de una reunión entre Lula Da Silva, Dilma Rousseff y otros dosministros en el Palacio de Alvorada en Brasilia, el expresidente aceptó ocupar el cargo de titular de la Casa Civil.
Afonso Florence, líder del Partido de los Trabajadores, PT, en el Congreso, dio a conocer la información.
Lula ocupará el cargo Jaques Wagner, quien ahora pasa a desempeñarse en una secretaría ejecutiva y se ocupará de la estrategia política del Gobierno.
Según fuentes del Palacio del Planalto, la llegada de Lula al gabinete vendría acompañado de cambios en las políticas económicas del gobierno, que desde el año pasado han sumido a Brasil en una profunda recesión, con crecientes niveles de desempleo e inflación.
Se esperaba la confirmación de la salida del presidente del Banco Central, Alexandre Tombini.
Los rumores de la entrada de Lula al Gobierno de generaron una fuerte desconfianza de los mercados; la Bolsa de San Pablo cayó casi un 4% y el dólar subió un 3%, tendencias que se acentuaban esta mañana.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva es acusado por lavado de dinero, pero lo niega y afirma que los cargos tienen motivaciones políticas.
Los fiscales acusadores sospechan que Lula, su esposa, Marisa Letícia, y el hijo mayor de ambos, Fábio Luís, son dueños de un apartamento triplex en la exclusiva localidad costera de Guarujá, en Sao Paulo.