El Gobierno argentino, en representación de 51% de las acciones que tiene en la estatal petrolera YPF, autorizó el pago de AR$72 millones ( US$ 5.059.440) al ex presidente y CEO de la petrolera, Miguel Galuccio, por compensación de todas sus funciones y como parte del “acuerdo por su salida de la compañía”.
Galuccio condujo a la petrolera, estatizada por la expresidenta Cristina Kirchner, entre 2012 y 2015. La decisión se tomó en la última asamblea de accionistas de YPF el pasado 29 de abril, en la que se votó este punto por unanimidad.
El mismo día, Galuccio dejó de conducir la compañía y en su lugar asumió el nuevo presidente, Miguel Gutiérrez. Daniel González, continuará como gerente general interino hasta que YPF defina quién sucederá a Galuccio como CEO.
Una fuente consultada por el diario argentino La Nación señala que es práctica habitual de YPF otorgar esa clase de remuneración a un gerente general que abandona la compañía, y apuntó que está en línea con las prácticas del mercado.
En la asamblea del 29 de abril también se definió la conformación del nuevo directorio. Por pedido del Estado, los honorarios de los directores que no cumplen funciones ejecutivas y de los síndicos serán de AR$ 40,3 millones (US$ 2.810.800).
Además, la empresa destinó AR$ 15 millones (US$ 1.054.050) a “la compensación por todas sus funciones y conceptos de los directores que ejercen cargos ejecutivos”.
El 29 de abril, YPF había informado a la Comisión Nacional de Valores que su asamblea de accionistas había aprobado la suma de AR$ 137,24 millones (US$ 9.626.990) para remunerar al directorio por el ejercicio 2015.
Este martes la compañía informó que en el último trimestre de la gestión del presidente saliente, se registró una caída interanual de 59,5% en sus ganancias netas, comparado con el plazo enero-febrero-marzo del año pasado.
La utilidad operativa de la petrolera en el primer trimestre del año alcanzó los AR$ 1.600 millones (US$ 112.432.000) lo que representó una merma de 63,8% respecto del mismo período del 2015.
Galuccio dijo en una de sus últimas entrevistas antes de dejar el cargo que en YPF no existió “una grieta”, ni una “politización” durante la presidencia de Cristina Kirchner.