Un informe publicado esta semana por la ONG Global Witness revela que Latinoamérica es la región del mundo con más ecologistas asesinados en 2015.
Según el estudio, el año pasado fue el peor en la historia en términos de violencia contra ambientalistas, con 185 muertes a nivel global, 69 más que en 2014. Latinoamérica tiene el 66% de las víctimas fatales.
Brasil, con 50 muertes, es el país más peligroso para los activistas, “con casi uno de cada tres asesinatos en el mundo (27%)”, destaca el estudio. De Latinoamérica, siguen en la lista Colombia, con 26 muertes, y Perú y Nicaragua, con 12 muertes cada uno. El segundo lugar en el ámbito global lo ocupa Filipinas con 33 víctimas.
Global Witness registró entre 2010 y 2015, 753 asesinatos. Tres de cada cuatro se perpetraron en América Latina (77%), con Brasil (207), Honduras (109) y Colombia (105), a la cabeza en el número de muertos.
Según la ONG, estos tres países de la región tienen más de la mitad de los crímenes en ese periodo (56%).
Eusebio Ka’apor, miembro de una comunidad indígena que habita la Reserva Alto Turiaçu de la Amazonía brasileña, es una de las 50 víctimas de Brasil. El 26 de abril de 2015, dos encapuhados a bordo de una moto lo asesinaron a tiros. Eusebio encabezaba patrullas para controlar la tala ilegal.
Las tierras de las comunidades indígenas en Brasil han sido diezmadas por los madereros ilegales y ganaderos.
En 2013, Brasil acaparaba un 25% de la madera ilegal del mundo. Este país es el segundo productor y consumidor de madera tropical y uno de los principales fabricantes de productos forestales.
Honduras es, por sexta vez consecutiva, el país con más muertes de ecologistas por cada 100.000 habitantes. En marzo de este año fue asesinada de dos tiros, en su propia casa en Tegucigalpa, la activista Berta Cáceres. El año pasado la activista hondureña había recibido el Goldman Enviromental Prize, conocido como el Nobel verde, por su lucha contra la construcción de la represa de Agua Zarca.
Cáceres logró que el constructor más grande de represas a nivel mundial, la compañía de propiedad estatal china Sinohydro, retirara su participación en el proyecto hidroeléctrico.
En Colombia se registraron nueve asesinatos de defensores de la tierra indígena, aunque es probable que el número de víctimas real sea mayor, señala la ONG Global Witness. En este país, los pueblos indígenas sufren frecuentes actos de violencia relacionados con el conflicto armado y son testigos de acaparamientos de tierras a gran escala y desplazamientos forzados de sus territorios.
En 2012, se aprobó en Colombia una ley con la que se busca devolver a las comunidades las tierras que se les arrebataron a la fuerza durante el conflicto armado, pero se ha avanzado muy poco, según informa la ONG.
“Según los grupos de derechos humanos, los principales sospechosos de una gran parte de la violencia son grupos paramilitares que trabajan en connivencia con élites políticas y empresariales locales. El año pasado se documentaron 27 incidentes de grupos de este tipo que colgaban avisos públicos macabros con amenazas de muerte contra las comunidades y sus líderes”, señala el informe.
Los habitantes del territorio indígena de la costa caribeña de Nicaragua se ven amenazados por colonos nuevos que van desde el interior del país con la intención de explotar los recursos naturales de la región.
El 17 de diciembre, un grupo armado de colonos atacó la comunidad nicaragüense de Esperanza y raptó a tres hombres. Horas más tarde, el mismo grupo asesinó a dos indígenas e hirió a otros tres. ONG Global Witness verificó 12 asesinatos en Nicaragua 2015, pero las organizaciones locales señalan que el número de víctimas podría ser aún mayor. Al menos 3.000 indígenas se han visto desplazados por la violencia.
La ONG Global Witness revela que 67 de los defensores de la tierra y el medio ambiente asesinados el año pasado en todo el mundo, pertenecían a comunidades indígenas, lo que supone la cifra más alta de la historia.
Fuente: El País, ONG Global Witness.