EnglishUna nueva iniciativa legislativa en Ecuador busca cambiar el paradigma del uso de drogas en el país sudamericano. El miércoles 9 de abril, la Asamblea Nacional sostuvo el primer debate del Proyecto de Ley Orgánica de Prevención Integral de Drogas.
El proyecto, una iniciativa del partido oficialista Alianza País, fue presentado por el asambleísta Carlos Velasco, quien preside la Comisión del Derecho a la Salud.
La norma busca “la prevención integral de las drogas, el establecimiento de un nuevo margo legal e institucional para su abordaje, y la regulación y control de las sustancias catalogadas sujetas a fiscalización”.
Establece más de cien sustancias que pasarían a ser “controladas”, incluyendo bebidas alcohólicas y cigarrillos, drogas y otras sustancias industriales tales como pegantes y colas que son usadas a modo de inhalantes.
El documento, de 32 artículos, no obstante prevé la creación de una Secretaría Técnica adscrita a la Presidencia de la República con el fin de “regular y controlar las actividades relacionadas al cultivo, producción, comercialización, distribución de sustancias catalogadas como sujetas a fiscalización”.
Todo aquel que desee manipular o utilizar las sustancias cubiertas por la norma tendría que registrarse con la secretaría, aunque el cultivo doméstico o la fabricación solamente estarían permitidos para fines de “investigación, experimentación y adiestramiento”.
Los castigos por incumplimiento varían desde multas hasta la confiscación de las sustancias controladas. No obstante, el texto del proyecto de ley representa un giro sustancial con respecto a la vigente Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, que penaliza tanta la producción como la venta con 12 a 16 años de cárcel.
Velasco subrayó que la legislación ecuatoriana aprobada en los años 80 y diseñada para criminalizar el consumo ha fallado y ocultado el problema.
Por otro lado, el legislador alabó la Constitución de 2008, que define el uso de drogas como un asunto de salud pública, permitiendo así el cambio dramático en políticas públicas.
Velasco publicó en su cuenta de Facebook que es “absurdo” abordar el fenómeno de las drogas de una manera represiva, “como se hizo en los años 80 y 90, donde la cárcel era el único destino del consumidor de drogas“.
“Es necesario un nuevo enfoque del tratamiento de este fenómeno, con mecanismos para establecer un sistema de prevención integral de uso de drogas que vaya desde la fase educativa hasta la rehabilitación y reinserción”, añadió.
La oposición, inconforme
Las propuestas de Alianza País, no obstante, no convencen a muchos legisladores. Ramiro Aguilar, un asambleísta independiente, criticó duramente al proyecto de ley y lo calificó de “absurdo” y pobremente elaborado.
A pesar de admitir que está a favor de la despenalización de la marihuana, Aguilar identificó grandes lagunas en la información del proyecto, tales como no proveer definiciones claves de conceptos ni definir las cantidades en discusión.
“Si vamos a legalizar la comercialización de la marihuana, eso tiene que ser decisión del pueblo ecuatoriano en consulta popular y no le podemos imponer al pueblo ecuatoriano porque nos parece bien”, manifestó Aguilar.
Por su parte, la legisladora opositora María Cristina Kronfle argumentó que la norma era muy liberal y que promovería el uso y venta de drogas.
Además reclamó que el proyecto presentado en diciembre de 2014 haya sido tratado con mayor urgencia que otras propuestas legislativas anteriores al mismo.
La asambleísta por Alianza País María Alejandra Vicuña salió en defensa del proyecto de ley, estableciendo una dicotomía entre el modelo prohibicionista que subyace a la guerra contra las drogas y el “modelo de la reducción de riesgos y daños, con base en la premisa de que es imposible eliminar completamente el uso de drogas”.
Vicuña aseguró que el último enfoque es el más efectivo para abordar el “problema social de las drogas”, uno que la sociedad ecuatoriana “debe tratar desde una perspectiva de salud”.
Luego de tres horas de sesión, el debate en la Asamblea Nacional fue suspendido; pero se espera sea retomado en las próximas semanas.