English“En economías deprimidas, la gente consume productos como el chocolate para contentarse”; así lo afirmó a PanAm Post Jorge Redmond, presidente de Chocolates El Rey, empresa venezolana que surgió en 1929 y está dedicada al procesamiento de cacao y a la fabricación de productos derivados.
El Rey, que está en el ranking de los 50 mejores chocolates del mundo, tiene 85 años en el mercado. Es una empresa que a pesar del entorno político-económico que se vive en el país suramericano, no solo está en pleno crecimiento sino en etapa de innovación.
Los chocolates que esta firma produce, son consumidos en Estados Unidos, Japón, Canadá, algunos países de Europa, en Argentina y en Chile; cuenta con aproximadamente 2.000 colaboradores —así se refirió Redmond a sus trabajadores—tanto directos como indirectos.
El presidente de esta reconocida empresa que fabrica dulces productos que “contentan” a Venezuela y al mundo, contó a PanAm Post cuál es la visión de Chocolates El Rey para superar los obstáculos que se presentan bajo un Gobierno socialista.
¿Cómo ve la industria del cacao en la actual economía venezolana?
Sin duda el entorno político afecta directamente el entorno económico en todas las compañías y Chocolates El Rey no es la excepción. En el caso nuestro no somos importadores sino de productos que no son masivos, como vainilla natural, que traemos de Francia; y un aluminio que compramos de Brasil para envolver el chocolate. Pero tenemos muchos problemas a nivel nacional, con los empaques, sobre todo, casi todas las tintas que se usan para fabricar los empaques son de importación y si falta una tinta, no hay empaques y si no hay empaques, pues no hay chocolates.
Ese tipo de problemas son los que nos han tenido en apuros estos últimos meses. Son problemas básicamente de divisas, y como el Gobierno ha dejado que se roben el dinero, o lo ha malgastado, el efecto neto es que el país no tiene los recursos para mantener en plena vigencia la producción y satisfacción de las necesidades del pueblo venezolano.
Pero fuera de eso, la empresa va muy bien en muchos sentidos; nuestra empresa está mucho mejor que otras que dependen casi exclusivamente de la importación, y hoy en día, incluso, el Gobierno está tratando de incorporarse de alguna manera al mundo del cacao por inversión directa; ha instalado dos fábricas, una de procesamiento de cacao y otra de fabricación de chocolate, pero ambas están paradas desde hace dos o tres años. Fuera de eso, nuestra empresa está bien, aunque parezca un chiste…
Venezuela ha sido reconocida a nivel mundial por la calidad de su chocolate, ¿sigue siendo vista de la misma manera?
Venezuela no es pionero como tal en la exportación de cacao, Venezuela es la cuna del cacao criollo que es un tipo de cacao con mucho aroma, mucho sabor, con baja productividad; también en la cuenca del Río Amazonas nace y se propaga el cacao forastero, que es un cacao de muy buena producción y productividad, de muy poco aroma y sabor pero muy resistente a enfermedades.
Esos dos cacaos son la base de lo que existe en el mundo. Ese cacao que nace en la cuenca del Río Amazonas se llevó a África y a Malasia y en la época de la colonia en Venezuela, los colonos lograron hibridizar el cacao criollo con el cacao forastero y tenemos un tercer tipo hoy en día que se siembra en Barlovento y en Oriente fundamentalmente; se le llama el cacao trinitario; tiene las bondades de las dos partes, alta producción, aroma, sabor y resistencia a enfermedad.
Por la cantidad no somos referencia a nivel mundial, nosotros producimos menos del 0,5% de la producción mundial; lo que sí tenemos es el mejor cacao desde el punto de vista de la calidad, el mejor aroma y sabor; eso sigue siendo así.
Nosostros, como fabricantes de chocolate en Venezuela que usamos casi exclusivamente el cacao venezolano, aspiramos que se nos reconozca también como un fabricante de alta calidad con respecto al resto que se produce en el mundo.
¿Cuántas empresas hay en Venezuela que se dediquen a lo mismo que Chocolates El Rey?
Éramos doce hace unos años atrás, creo que ahora somos cuatro. Muchas se han ido o han fracasado. Hay unas que han surgido pero que están en desarrollo. Otras que son multinacionales, como Nestlé, que siguen aquí; y que me imagino que están con intenciones de expandirse.
¿Las cosas en la empresa han cambiado o se han visto obligados a cambiar por el entorno económico y político del país?
La empresa a través del tiempo ha venido evolucionando, es un proceso natural, antes de llegar este Gobierno hubo muchos otros y no siempre eran exitosos, de manera que como empresa hemos evolucionado y estamos en plena evolución; estamos buscando nuevas formas de hacer nuestro trabajo, maneras más inteligentes, orientadas a tecnología; siempre hay una manera de enfrentar los retos que se presentan.
¿Las prioridades del consumo de chocolate del venezolano han cambiado por la situación del país?
En el caso nuestro no, lo que sí vemos es que hay otros rubros en los que hay bajas sensibles, sobre todo por los precios; aún cuando los precios del chocolate han subido, nosotcos notamos que se mantiene fuerte el consumo.
También es cierto que en economías deprimidas, la gente consume productos como el nuestro, un poco para contentarse. Los efectos químicos detrás del cacao tienden a crear cierta alegría en quien los consume. En el caso nuestro, más bien el consumo ha mejorado.
¿Tienen intenciones de sacar al mercado nuevos productos?
Siempre, estamos desarrollando toda una línea de productos nuevos que presentaremos al país y al mundo a finales de año. Seguiremos creciendo con otro tipo de productos, otras mezclas y otras materias primas. Vendrán otras maneras de disfrutar el chocolate. Lo que nosotros hemos tratado de hacer es crear un conocimiento de lo que significa el cacao venezolano.
¿Entonces sí se puede, ese es el mensaje que usted le transmitiría a quienes hoy en Venezuela están desesperanzados?
El mundo nuestro, el del cacao, es muy distinto al mundo político. Nosotros sí tenemos muy claro para dónde vamos y por qué, mientras que el mundo político es una ruta muy accidentada, parece que hay muchas pruebas que no han sido exitosas y hay quienes quieren insistir en seguir manteniendo modelos que está demostrado que no funcionan; eso no sé de qué manera se va a resolver, pero estoy seguro que más temprano que tarde el país va a encontrar una solución, porque en lo político, esto es insostenible.
El mundo del cacao es muy distinto al mundo político, nosotros sí sabemos para dónde vamos y por qué
En la medida que la gente no tenga acceso a alimentos, medicinas, servicios públicos adecuados, y que no tenga la más mínima atención de un Gobierno que debería servir al pueblo, en esa misma medida pues veremos un cambio importante. ¿Cuánto puede durar el cambio? es difícil saberlo pero yo creo que ya el proceso está enrumbado.
Hay que tomar en cuenta que la vida tiene altos y bajos, hay que mirar más allá de nuestras narices, hacia adelante. Creo en la visión de futuro para quienes quieren avanzar, creo que como país necesitamos enfocar algunas cosas para que la población tenga la posibilidad de crecer y mejorar.
Fundamentalmente se trata de elevar el nivel educativo de la población porque muchos venezolanos son manipulados por Gobiernos que lo que buscan es mantener el poder a través del engaño. Ya el país necesita sentar las bases para el desarrollo y creo que con amplia mayoría gana la gente que quiere desarrollarse en libertad y por eso tengo cierto optimismo; uno tiene que ser parte de la solución.