A solo tres semanas de que el Poder Judicial de Perú decidiera abrir una investigación penal contra el expresidente Alejandro Toledo por el presunto delito de lavado de activos, el juez Abel Concha resolvió admitir las pruebas ofrecidas por la Fiscalía, entre ellas el pedido de levantarle el secreto bancario.
El magistrado consideró que los elementos presentados por la Fiscalía son suficientes para demostrar que hay fondos de procedencia ilícita generados por actos de corrupción durante el Gobierno de Toledo. Según el Ministerio Público, se constituyeron empresas en paraísos fiscales de Panamá y Costa Rica.
Por el Caso Ecoteva, la solicitud de levantar el secreto bancario también será para las cuentas de la exprimera dama Eliane Karp y su madre Eva Fernenbug; así como las empresas Ecoteva, Ecostate y Ashdan. De esta forma, el caso pasa a la etapa de investigación.
Entre otro de los pedidos admitidos por el juez Concha está una inspección judicial de los inmuebles de Alejandro Toledo en Camacho, Casuarinas, Torre Omega y Punta Sal.
El juez también admitió el pedido del Ministerio Público de hacer pruebas grafotécnicas, solicitar información de las cuentas en entidades financieras, movimientos migratorios de los imputados, reportes de Interpol, entre otros.
La presunción del delito se sustenta en la compra que Fernenbug hizo de una casa en Surco por US$ 5 millones provenientes de la empresa Ecoteva, sin que ella y los incluidos en la investigación puedan explicar el origen de los fondos.
Ecoteva de Costa Rica fue una compañía constituida por la suegra de Alejandro Toledo.
En 2014 la Comisión de Fiscalización del Congreso concluyó que Toledo “habría desarrollado su actividad más allá del rol regular de una persona que se interesa por los negocios de sus familiares o amigos” y que “habría estado elaborando sus justificaciones en la medida que se iban descubriendo nuevos hechos”.
De acuerdo con las investigaciones, hay indicios suficientes de que el expresidente cometió el delito de lavado de activos debido a su participación en la constitución de la empresa Ecoteva en un centro financiero que administra fondos con procedencia indeterminada, en las negociaciones para la adquisición de inmuebles y la gestión del pago de hipotecas a su favor con los fondos de esta firma.
Se sabe que se usaron fondos de Ecoteva para el pago de hipotecas de dos propiedades de la pareja Toledo: el primero por US$ 217.007 de una casa en Camacho y otro por US$277 .308,96 de una casa de playa en el balneario de Punta Sal, en Tumbes.
Fuente: El Comercio.