Con 14 votos a favor y 5 en contra, la comisión especial del Senado de Brasil que estudia el juicio político a Dilma Rousseff, aprobó este jueves 4 de agosto el informe a favor de la destitución definitiva de la apartada presidente.
La aprobación del informe que recomienda la destitución de Rousseff fue preparado por el senador Antonio Anastasia (PSDB-MG).
La decisión de dicha comisión ya se esperaba; sin embargo ahora el informe pasará a consideración del pleno del Senado para ser votado el próximo martes 9 de agosto.
La sesión inició a las 9:45 de la mañana hora local y se prolongó durante más de dos horas. Cada miembro del comité tenía hasta cinco minutos para hablar y, al final, todos votaron a través del sistema electrónico, excepto el presidente de la comisión Raimundo Lira (PMDB-PB) quien sólo lo hace en caso de empate.
El caso pasa ahora a un análisis en el pleno de la Cámara y deberá ser aprobado por una mayoría simple para que luego se remita al Tribunal Supremo (STF) de Brasil.
El juicio se llevará a cabo en la misma sede del Senado, pero será presidido por el juez Ricardo Lewandowski, quien solicitó postergar el juicio contra Rousseff para el 25 de agosto. Así Michel Temer podrá asistir a la cumbre del G-20 ya como presidente confirmado.
Se espera que el juicio dure al menos una semana y que tanto la defensa como la Fiscalía llamarán a los testigos para ser interrogados por el grupo de senadores.
La cantidad de testimonios aún no se han establecido, no obstante Lewandowski ha dejado entrever que permitirá cinco testigos de la defensa y cinco para la parte acusadora. Al menos 54 de los 81 senadores deben votar por la destitución de Rousseff. Caso contrario, ella regresaría a su cargo.
Cabe destacar que el pasado 31 de julio miles de brasileños salieron a las calles para exigir la destitución de Dilma Rousseff.
De producirse la destitución de la apartada presidenta, el mandatario interino, Michel Temer dirigirá el país hasta el 2019.
Los cargos a los que hace frente Rousseff se fundamentan en una serie de maniobras fiscales que su Gobierno llevó a cabo en 2014 y continuó en 2015, con el fin de “maquillar” sus cuentas.
Fuente: Estadao.