La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A (Etecsa) implementó un filtro que impide a los cubanos enviar por mensaje de texto, ciertas palabras que el régimen considera “incómodas”.
Durante años los usuarios de la única compañía de telefonía celular del país han sufrido la congestión en las líneas y las zonas de poca cobertura, sin embargo pocos usuarios han reparado que también existe un estricto bloqueo de términos y frases claves sobre la mensajería móvil, también conocida como SMS, por su siglas en inglés.
Palabras como “convivencia”, “dictadura”, “huelga de hambre” y “derechos humanos” están censuradas en la mensajería de texto.
El descubrimiento de dicho bloqueo fue por casualidad pues muchos de los usuarios se dieron cuenta que mensajes telefónicos con esas palabras no llegaban a su destino, pero sí les eran cobrados.
El medio independiente “14 y medio” intentó desde diferentes puntos de la isla enviar los mensajes y solo los que tenían esas palabras “se perdieron en el camino”.
En el contrato que cada usuario de Cubacel (la red celular de Etecsa) firma al habilitar una línea móvil, se aclara que entre las causas para el fin del servicio se halla que se le de un uso “que atente contra la moral, el orden público, la seguridad del Estado o sirvan de soporte en la realización de actividades delictivas”.
El cliente nunca es advertido que sus mensajes serán sometidos a un filtro de contenido o que parte de su correspondencia será bloqueada si alude a opositores o a conceptos incómodos para el oficialismo.
“Nosotros no tenemos nada que ver con esto, debe dirigirse al Ministerio de Comunicaciones (Micom)”, explicó un funcionario de Etecsa, tras la denuncia de censura.
Según el medio local la censura no está activada aún en los mensajes que se envían hacia el extranjero, quizás porque su elevado costo –1 peso convertible por 160 caracteres– provocaría más quejas de clientes contrariados y habría destapado la alarma mucho antes. Sin embargo, en los SMS que se reciben desde el exterior se lleva a cabo la misma censura que en la mensajería nacional.
Un cubano puede narrar cualquier obscenidad en 160 caracteres, pero no podrá enviar la palabra “democracia”.
Con más de tres millones de usuarios de telefonía celular, las autoridades cubanas se han jugado la carta de que pocos asociarían los errores en la recepción de mensajes con una voluntad de impedir la transmisión de conceptos y palabras.
Tanta meticulosidad a la hora de elegir los términos bloqueados no ha sido al azar. A pesar de las altas tarifas del servicio de telefonía móvil, donde una llamada nacional puede significar el salario de media jornada laboral, la presencia de celulares en manos de los cubanos ha cambiado el modo de interactuar y buscar caminos paralelos para eludir los excesivos controles que impone el Gobierno en todos los sectores de actividad. Indica 14 y medio.
La censura en las telecomunicaciones no es una herramienta nueva para la Plaza de la Revolución. Los activistas denuncian con frecuencia el bloqueo de sus teléfonos móviles durante la jornada del 10 de diciembre, día de los Derechos Humanos, o cuando intentan reunirse.
El bloqueo de sitios digitales incómodos también ha sido una práctica frecuente para el oficialismo. En el listado de los inaccesibles se encuentran desde portales realizados en el extranjero como Cubaencuentro, hasta diarios locales como 14ymedio.
Fuentes: 14 y Medios; Martí Noticias