EnglishLuego de la muerte de los 26 miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en el ataque ejecutado por el Ejército de ese país en el departamento del Cauca el jueves, y el anuncio de cese al fuego de los guerrilleros, este viernes, expertos en el conflicto armado consideran que este episodio llevará la confrontación a los niveles de violencia que tenía antes del inicio del proceso de paz que se desarrolla en Cuba.
El general Jaime Ruíz Barrera, director de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore), advirtió que las Farc nunca habían tenido un real cese al fuego, pues mantenían conductas hostiles y de confrontación en muchos territorios del país.
“En los últimos meses secuestraron a un periodista en el norte del país y siguen haciendo cosas irregulares, con el fin de intimidar y causar terrorismo. En eso es lo que son expertos, eso no es ningún alto al fuego. Este ataque no cambia la situación, sino que fue una acción del Ejército en favor del país”, expresó el militar.
La Defensoría del Pueblo de Colombia también se pronunció al respecto y, a través de un comunicado, destacó la posibilidad de que haya acciones armadas en al menos 10 regiones de ese país, como consecuencia de la suspensión del cese al fuego, por parte de la guerrilla.
“Antioquía, Cauca, Chocó, Arauca, Putumayo, Huila, Nariño, Meta, Caquetá y Valle del Cauca son algunas de las regiones donde en virtud de la presencia de ese grupo al margen de la ley, se vislumbra un escenario de riesgo por posibles ataques contra la fuerza pública, con eventuales efectos indiscriminados para la población civil”, dice el comunicado del organismo.
Jorge Armando Otálora Gómez, defensor del pueblo, aprovechó la oportunidad para hacer un llamado de calma y sensatez a los colombianos y destacó que es necesario mitigar el impacto de la confrontación, para que se garantice la protección de los ciudadanos y se respeten las normas del derecho internacional.
Un revés para el proceso de paz
Ariel Ávila, investigador y miembro de la Fundación Paz y Reconciliación, dijo a PanAm Post que lo ocurrido entre jueves y viernes con las Farc y el Ejército colombiano solo llevará la situación al punto en el que estaba antes que se sentaran a negociar en La Habana, y fomentará la desconfianza entre los pobladores de las zona rural del país.
“Lo primero, es que antes de la negociación, había entre 1.800 y 2.000 acciones armadas cada año y que con durante los seis meses de tregua bajaron a 114 episodios, es decir, estaba funcionando. En segundo lugar, hay que tener claro que el ataque no acaba con la mesa de negociación, pero si la imagen de paz ante la opinión pública, aunque es muy difícil que la gente entienda que se está negociando en medio de un conflicto armado”, dijo el investigador colombiano.
Más temprano el presidente Juan Manuel Santos confirmó el deceso de los 26 guerrilleros. Se dirigió a la nación y explicó que posterior al bombardeo hubo combates en la zona del Pacífico colombiano, clave para las operaciones guerrilleras, específicamente para el tráfico de drogas.
Santos señaló que en medio de las operaciones fue recuperado un adolescente, quien resultó herido en el combate y que en la actualidad le estarían brindado atención médica.
Antes, el Ministerio de la Defensa de Colombia, que dio la información, señalaba inicialmente que se trataba de 18 guerrilleros de las Farc fallecidos y un par de detenidos. El presidente no hizo referencia a los capturados, pero si informó que fueron decomisados 37 fusiles y una ametralladora M60 que tenían los irregulares en su poder.
“Llevamos 50 años enfrentando la amenaza que esta gente [las Farc] representa. Hemos respondido y hemos evitado a lo que ellos han querido llegar que es al poder. Este ataque sencillamente no cambia la situación. Todo lo que se hace es en defensa del país”, agregó el director de Acore.
El militar advirtió que con las conversaciones que se han llevado a cabo en La Habana los únicos que se han beneficiado son los irregulares de las FARC, pues asegura que todo el proceso lo que ha hecho es darle tiempo a ellos para tomar terreno en relación con el conflicto en Colombia. “Ellos son los que han jugado a ponerle palos a la rueda, para trancar el proceso y darle largas. Con estas acciones contundentes se les da el mensaje de que la cosa es en serio y que se quiere resolver el problema”, dijo.
Por su parte, Ariel Ávila indicó que la orden presidencial de atacar a los miembros del frente 29, lógicamente reavivará los ataques.
“Volveremos al ojo por ojo y diente por diente. La intensidad del conflicto volverá a su estándar normal y ojalá al Gobierno no se le ocurra matar a ningún miembro del secretariado o a las FARC no se le ocurra hacer alguna locura grave, porque eso echaría a perder todo lo que se ha logrado en la mesa”, sentenció.