Tras dos meses de manifestaciones en las calles de Guatemala, el norte de la protesta aún persigue la renuncia del presidente Otto Pérez Molina. A la población poco le importa que las elecciones sean el próximo 6 de septiembre. Para ellos al actual Gobierno hay que ponerle un “hasta aquí llegó”.
Será este jueves cuando el Presidente del país centroamericano comparezca ante la comisión pesquisidora del Congreso, que será la encargada de decidir si procede o no el retiro de la inmunidad para que sea procesado legalmente, por su presunta vinculación con los hechos de corrupción en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
Esta comisión que evaluará los alegatos que presente Pérez Molina, fue seleccionada la semana pasada, después que la Corte Suprema de Justicia emitiera el fallo en el que solicitó al Congreso que se le retire el fuero al mandatario.
Mientras, en la Plaza Central de la Ciudad de Guatemala y en las principales de ese país, congregaciones de hasta 100 mil personas por día insisten en que la solución a la crisis es únicamente la renuncia de Otto Pérez Molina.
“La presión popular que logró la renuncia de la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, no ha sido suficiente para lograr la renuncia del Presidente, quien sigue en su posición de no renunciar al cargo. Creo que sería el desarrollo del proceso penal el que al final consiga que renuncie”, explicó a PanAm Post el diputado opositor Amílcar Pop.
Fue precisamente este parlamentario quien el pasado 22 de mayo accionó la petición de investigación contra Pérez Molina y quien el martes presentó ante la comisión pesquisidora la ratificación de su denuncia contra el Primer Mandatario guatemalteco.
“De acuerdo con las leyes, la Comisión tiene hasta 60 días para presentar el informe ante el pleno del Congreso, donde se decidirá si se le retira o no la inmunidad al Presidente y se procede con el antejuicio. Sin embargo, hemos solicitado que presenten el informe en un lapso no mayor de 10 días para que el proceso avance”, explicó Pop a través de una llamada telefónica.
El parlamentario advirtió que la decisión Pérez Molina, de mantenerse en el cargo, es una cuestión de ética política. Sin embargo ratificó que si el Congreso llegara a decidir que le retiran la inmunidad, y el proceso de investigación penal concluye con una sentencia condenatoria, evidentemente tendría que separarse de la presidencia y ser encarcelado.
“La renuncia del Presidente y el proceso electoral son dos cosas independientes. Sí él renuncia, hay mecanismos para reemplazarlo, hasta que llegue la fecha de las elecciones, pero la gente en Guatemala también solicita una depuración de las instituciones. Ha despertado el clamor popular para la exigencia de reformas constitucionales, la Ley electoral y los partidos políticos. Ya se habla hasta de una posible Constituyente, pero todo dependerá de cuál sea el curso y la fuerza de la demanda popular”, dijo Pop.
OEA se cuadra con el Gobierno
El pasado lunes 15 de junio la Organización de Estados Americanos (OEA) se pronunció desde Washington sobre la situación en Guatemala y señaló que en ese país no se deben ni adelantar ni suspender las elecciones presidenciales, previstas para el próximo 6 de septiembre.
El organismo emitió la resolución, después que el canciller de Argentina, Héctor Timerman, presentó la propuesta, pues el punto no estaba dentro de la agenda de discusión de ese día.
En funcionario argentino manifestó su preocupación por “la situación de Guatemala, en momentos en que se encamina hacia un proceso electoral”, dijo ante la plenaria del organismo.
La petición hecha por Timerman fue apoyada de inmediato por el nuevo secretario general de la OEA, Luis Almagro. En el encuentro también se encontraba el canciller de Guatemala, CArlos raúl Morales, quien agradeció el gesto de los países que votaron a favor de preservar el curso de las etapas electorales ante un eventual cambio de gobierno en su país.
Las elecciones presidenciales de Guatemala están pautadas para celebrarse el 6 de septiembre, pero no sería sino hasta el 14 de enero de 2016 que el presidente actual, Otto Pérez Molina abandonaría el cargo.