Este jueves 17 de diciembre se conmemoró el primer aniversario del comienzo del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, pero más allá de una aparente apertura económica, los cubanos no sienten que la situación haya mejorado, al menos no para la población.
“Nada ha cambiado en Cuba desde entonces. Hemos visto que en este último año se han incrementado las agresiones contra la disidencia en la isla. El régimen cubano vendió la historia del bloqueo para justificar los atropellos a la población, durante todos estos años, pero vemos que a un año de que se iniciaran las conversaciones con Estados Unidos, los cubanos siguen sin saber qué es la libertad”, declaró a PanAm Post Luis Enrique Ferrer García, representante internacional de la organización Unión Patriótica de Cuba (Unpacu).
Precisamente la mañana de este jueves 17 de diciembre, desde La Habana, se informó que las autoridades del régimen cubano detuvieron nuevamente al disidente José Daniel Ferrer, secretario ejecutivo de Unpacu. Denunciaron que es el tercer asalto que sufre la sede de los activistas cubanos en lo que va de año, por parte de las fuerzas de seguridad de los hermanos Castro.
“Se lo llevaron esta mañana -del jueves- y no sabemos nada de él. Lo más seguro es que se lo lleven hasta Santiago de Cuba, para algún cuartel policial y lo tengan ahí aislado por un rato. Suponemos que la intención de la dictadura es limitarle la movilidad dentro de la isla. La oposición ha crecido significativamente el último año, pero a la par se han incrementado las detenciones y las violaciones de los derechos de los activistas, especialmente los domingos, tanto con los de Unpacu, como las Damas de Blanco”, relató Ferrer desde Estados Unidos.
El activista advirtió que una de las mejores pruebas de que la situación en Cuba no ha cambiado en nada es el crecimiento que ha tenido la oposición al régimen, y la cantidad de migrantes cubanos que han logrado salir de la isla recientemente. “Si las cosas hubiesen cambiado, la oposición no crece, así de simple”, sentenció el activista.
Beneficios para los poderosos
Pasaron 54 años desde que Estados Unidos y Cuba rompieron relaciones, pero la noticia del restablecimiento del diálogo entre ambas naciones aparentemente sólo ha reportado beneficios económicos para los Gobiernos y no para sus habitantes.
Hasta ahora, el gesto más significativo del restablecimiento de las relaciones entre los Gobiernos de Barack Obama y Raúl Castro fue la apertura de la embajada de Cuba en Washington, el pasado 20 de julio, y la de EE.UU. en La Habana, el pasado 14 de agosto.
Parte del hecho histórico se completó el pasado 10 de abril, cuando Obama y Castro estrecharon sus manos en el marco de la inauguración de la Cumbre de Las Américas, celebrada en Panamá.
Abril – los presidentes de los EE.UU y Cuba se reúnen por primera vez en medio siglo https://t.co/31vfjty9oH#USCubapic.twitter.com/t0BIes92uf
— Embajada EE.UU. Cuba (@USEmbCuba) December 17, 2015
Otro de los beneficios obtenidos por Cuba, al menos en el papel, fue haber sido sacado de la lista de países que financian el terrorismo, hecho que se concretó el pasado 29 de mayo de este año.
“Los beneficios han sido para los poderosos, para la economía, porque el régimen está buscando dinero a como dé lugar, por eso, por ejemplo, algunas de las cosas que han cambiado es que deportistas que desertaron y que ahora ganan mucho dinero en Estados Unidos, por primera vez pudieron volver a la isla, este año; ahora hay países (algunos, no todos) que no dudan tanto para darle visado a los cubanos, algunos cubanos tienen más facilidad para movilizarse hacia el exterior, pero en el fondo nada cambió”, dijo Ferrer.
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La crisis migratoria se agrava
Una de las noticias relacionadas con los cubanos que más se ha repetido a lo largo del último año el la crisis migratoria desatada en Centroamérica, a propósito del incremento de antillanos tratando de atravesar la región para tratar de llegar a Estados Unidos.
Cada semana, los titulares de los principales medios de Honduras, Panamá, Nicaragua, Guatemala y México incluyen historias sobre grupos de cubanos detenidos cuando intentan pasar de manera ilegal alguna de las fronteras de estos países.
En la actualidad, las fronteras de Costa Rica y Panamá se encuentran llenas de cubanos varados, procedentes de Ecuador, después que el pasado 15 de noviembre el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ordenara el cierre de la frontera con el país tico, para evitar que los antillanos atravesaran la región y prosiguieran su peregrinar hacia Guatemala, México y Estados Unidos.
Esta semana, el propio presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, viajó a La Habana, en una visita oficial, para entre otras cosas, tratar de buscar solución a la situación de los cubanos que salen de la isla, con destino a Ecuador, que hasta hace pocas semanas era el único país de la región que les permite ingresar sin visa, pero con el propósito de atravesar Centroamérica para alcanzar la libertad que les ofrece Estados Unidos.
El pasado 26 de noviembre la Cancillería de Ecuador anunció que a partir de 1° de diciembre los antillanos tendrán que solicitar visa de turista si desean ingresar a ese territorio. El anuncio de esta medida se hizo en medio de la crisis migratoria desatada en Centroamérica por el volumen de cubanos tratando de atravesar la región para llegar a Estados Unidos.
Se espera que el presidente Solís se reúna con el propio Raúl Castro el próximo martes, para abordar el tema, y conversar sobre los intercambios en materia educativa y cultural. Mientras, Costa Rica y Panamá se han visto en la necesidad de habilitar albergues para los más de 6.000 cubanos que esperan que se abran las fronteras de los demás países centroamericanos para llegar a la tierra prometida.
“Usted cree que si las cosas en Cuba hubiesen cambiado, habría más de 6.000 cubanos pasando trabajo en Centroamérica y esperando llegar a Estados Unidos. Cada semana uno se entera como al gente va saliendo de la isla, buscando la libertad que allá jamás podrá tener”, comentó Ferrer.
“Gringos” a la vista
El restablecimiento de las relaciones trajo consigo algunas bondades para los ciudadanos norteamericanos, fue que en mayo Estados Unidos concedió licencias a cuatro compañías de ferrys para que en un futuro próximo se reactiven las rutas marítimas, comerciales y turísticas, entre ambas naciones, después de más de 50 años.
Uno de los anuncios más esperados, desde que se confirmó el restablecimiento de las relaciones, es la posibilidad de que los ciudadanos estadounidenses puedan visitar la isla en calidad de turistas, pues en la actualidad sólo se les permite ir si van en calidad de investigadores, por contingencias humanitarias, o si se van a presentar en algún concierto o en algún evento deportivo.