Brasil amaneció con la noticia de la separación -momentánea- de Dilma Rousseff de su cargo como presidenta, después que los 55 senadores votaran a favor de someter a la mandataria a un juicio político por malversación de fondos púlicos y las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar.
#Tchauquerida (Adiós querida) fue la etiqueta que posicionaron los detractores de la presidenta suspendida para manifestar su satisfacción por la decisión de Senado de separarla del cargo de presidenta durante los próximos 180 días, mientras es enjuiciada.
Llega el humor gráfico desde Brazil #TchauQuerida pic.twitter.com/ZIBw7ectRj
— Jarelys Aquino (@jarelysaquino) May 12, 2016
Brasil amaneció más feliz. La izquierda populista en retirada #Tchauquerida
— Luiz (@bomberobravo) May 12, 2016
[ x ] Argentina
[ x ] Brasil
[ ] Bolívia
[ ] Venezuela #tchauquerida— Renan (@rcmfreitas) May 12, 2016
Los comentarios se pasearon entre manifestaciones de felicidad por la destitución de la presidenta, los cambios políticos que durante los últimos meses han ocurrido en América Latina con la victoria de Mauricio Macri en Argentina, y las críticas contra la asunción del vicepresidente Michel Tamer como presidente interino de Brasil.
https://twitter.com/luchid/status/730724426753396736
Impoluta, vestida de blanco y flanqueada por un nutrido grupo de seguidores, apareció Rousseff ante los medios de comunicación para ratificar su posición en relación con la decisión del senado de ese país, que en la madrugada votó la aprobación de su separación del cargo, al menos por los próximos 180 días.
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En su alocución, desde el Palacio del Planalto, la mandataria suspendida llamó a sus seguidores a movilizarse contra lo que ella llama un “golpe moderno”. ” En esta situación, de presidenta electa, por los 54 millones de personas que votaron por mi, me dirijo a ustedes en este momento decisivo para la democracia brasileña y nuestro futuro como nación (…) lo que esta en juego es el respeto a las urnas, a la voluntad soberana, las conquistas de los últimos 13 años, las ganancias de los mas pobres y la clase media, la protección a los niños y los jóvenes que ahora acuden a las auniversidades”, dijo Rousseff.
Horas antes de dirigirse al país, la mandataria había hecho ya un pronunciamiento en su perfil oficial de Facebook, en el cual dijo que se trataba de un golpe de Estado.
La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) aseguró que no había cometido ningún delito y que era víctima de una enorme injusticia y de la traición. “Tengo el orgullo de ser la primera mujer en ser electa presidenta de Brasil, ejercí mi mandato de manera digna y honesta y voy a luchar con todos los recursos legales que dispongo para ejercer mi mandato hasta el ultimo minuto del 31 de diciembre de 2018”, expresó Rousseff.
Después de dirigirse a los medios de comunicación, la mandataria salió al frente del Palacio del Planalto y se dirigió entonces a los miles de seguidores que la esperaban. Básicamente repirió el mismo discurso que ofreció ante los medios y ratificó que se trataba de una injusticia en su contra, que había sido traicionada y que la decisión del Senado era un irrespeto a la voluntad de los 54 millones de personas que votaron por ella.
Antes de retirarse, y prometer que abrazaría a todos los que estuvieran en la fila, a la espera del saludo de Rousseff, la mandataria brasileña cerró su discurso con la frase “Jamás voy a dejar de luchar”.