Santos López Alonzo es un exsoldado de Guatemala sospechoso de llevar a cabo una masacre en la guerra civil de su país. Es uno de los cuatro que han sido arrestados por las autoridades estadounidenses y fue deportado el pasado miércoles.
López Alonzo estaba arrestado desde el 2010 y es acusado de participar en la matanza de aproximadamente 200 personas en Las Dos Erres en 1982.
Este acontecimiento estuvo impune durante varios años, luego que las autoridades guatemaltecas solicitaron 17 ordenes de arresto en contra de los 4 exsoldados. En el año 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos exigió que el país enjuiciara a los perpetradores.
A todos los sentenciaron por más de 6 mil años de prisión en el 2006. Luego, sentenciaron a otro sospechoso que también investigaban y fue deportado a Estados Unidos.
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Gilberto Jordán fue arrestado en Florida en 2010 y se declaró culpable de hacer declaraciones falsas en su solicitud de naturalización estadounidense. Se le revocó la ciudadanía estadounidense y fue sentenciado a 10 años en una prisión federal. Reconoció su participación en la masacre y haber lanzado personalmente a un niño dentro de un pozo en Las Dos Erres. Posteriormente testificó en contra de otro exsoldado, Jorge Sosa Orantes, durante su juicio en California.
Jorge Sosa Orantes fue arrestado en Canadá en el 2011 y extraditado a California, en donde fue sometido por mentir sobre la masacre en sus formularios de nacionalización. Luego en el 2013 fue condenado y sentenciado a 10 años en una prisión federal, además de que le revocaron la ciudadanía estadounidense.
Pedro Pimentel Ríos era subteniente del ejército durante la masacre. En el juicio de Sosa, Jordán testificó que Sosa disparó su fusil y les lanzó una granada a los habitantes que gritaban dentro de un pozo. Impugnó su deportación al señalar que temía que no se le diera un juicio justo. Pero al siguiente año fue enviado a Guatemala.
Fuente: El Nuevo Herald