El pasado jueves, la expresidente de Brasil Dilma Rousseff, en conjunto con su defensa, aplicaron una apelación al Supremo Tribunal Federal (STJ), para intentar revocar la decisión de destituirla del poder por violación de leyes presupuestarias.
Con 61 votos a favor y 20 en su contra el Senado brasileño aprobó la destitución de la exmandataria izquierdista y a su vez, quedó corroborado el mandato del exvicepresidente Michel Temer hasta el 2018, quien anteriormente servía como gobernante interino.
José Eduardo Cardozo, abogado de Dilma, fue quien presentó la apelación basada en las acusaciones que hicieron los representantes de la oposición. Cardozo indicó que realizaron cambios a todos los argumentos y que “violaron el derecho a este proceso”, en el momento en el que afirmaron que Rousseff debía ser juzgada además, por el polémico escándalo de corrupción de Petrobras y por la crisis económica que enfrenta actualmente el país suramenricano.
Es importante señalar que es muy poco probable que sea aprobada, por el Supremo Tribunal, la eventualidad de la solicitud de la defensa de Dilma; pero en caso que sucediera, Michel Temer sería nuevamente presidente interino, mientras se vuelve a repetir el proceso en el Senado.
No obstante, Cardozo solicitó al STJ que la ley de presupuesto de 1950 sea modificada, ya que en ella fue en la que se apoyaron los adversarios de la expresidente, por no acatar las normas presupuestarias.
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Por el momento todas las solicitudes realizadas por la defensa de Dilma, han sido rechazadas por el Tribunal y por su presidente Ricardo Lewandowski, quien presidió el juicio político.
El socio de la consultora Arko Advice y analista político Thiago de Aragao, dijo que “esta es una solicitud bastante predecible, pero que son muy remotas las posibilidades de que tengan éxito”.
Debido a la fuerte crisis económica en la que cayó Brasil a raíz del escándalo de corrupción, a menos de dos años de la reelección de Rousseff, las personas salían a protestar a las calles, como medida de rechazo.
Luego de su destitución, la oposición celebró la decisión del Senado y afirmaban que este es solo el comienzo de un cambio para el rumbo político y económico para Latinoamércia.
Sin embargo, el ahora presidente Michel temer no tiene el trabajo fácil. Tiene un país dividido en dos bandos y prometió aplicar medidas de austeridad para bajar humos y reivindicar las finanzas públicas.
Fuente: Lta Reuters