EnglishAunque todavía falte más de un año para que se celebren las próximas elecciones presidenciales en Argentina, la ausencia de una opción electoral que promueva un Gobierno limitado despierta preocupación.
Sin embargo, el panorama entre las organizaciones sin fines de lucro es radicalmente distinto. Varias de las organizaciones dedicadas a promover una sociedad libre se han consolidado como influyentes líderes de opinión.
Este miércoles en un salón del barrio de San Telmo, en el casco antiguo de Buenos Aires, los directores de tres de las fundaciones de orientación liberal clásica más importantes de Argentina, junto al exministro de Economía Ricardo Lopez Murphy, brindaron una conferencia frente a representantes de otras 24 instituciones que abogan por una sociedad libre.
“El objetivo es articular actividades y fortalecer la red de organizaciones con una en cada provincia del país”, dijo Alberto Medina Mendez, presidente de la Fundación Club de la Libertad de la provincia de Corrientes y uno de los impulsores del evento, que contó con el respaldo de la Fundación Friedrich Naumann.
Los protagonistas detrás de las fundaciones
Con un imponente edificio en la margen del río Paraná en la ciudad de Rosario, la Fundación Libertad (FL) fundada hace 26 años es la organización liberal más importante del país.
Gerardo Bongiovanni, uno de los fundadores y su actual presidente, resaltó la necesidad de “instituciones reconocidas y consolidadas” para promover las ideas liberales. A pesar del éxito experimentado por la FL, considera que “el resultado de la acción liberal es decepcionante”, y el estado de la economía argentina parece confirmarlo.
El presidente de la FL señaló la importancia de “no defender la cultura de la libertad solo en términos prácticos”.
Los 40 empleados y las más de 350 empresas aportantes hacen a la FL la fundación de orientación liberal más grande del país. Sin dudas, la convocatoria de figuras políticas de primera linea, tanto de Rosario como a nivel nacional, es una muestra de la importancia de la institución.
Según el Global Go To Think Tank Index (GGTTI) de 2013, un índice elaborado anualmente por la Universidad de Pennsylvania que evalúa la calidad, reputación y compromiso de los tanques de pensamiento, la FL se ubica en la posición 108 entre las 6.826 organizaciones relevadas, la mejor posición para una institución argentina.
Una de las claves para lograr desarrollar un centro de pensamiento exitoso son “los principios de management y marketing modernos”, explicó Bongiovanni.
El presidente de la FL señaló la importancia de “no defender la cultura de la libertad solo en términos prácticos”.
“En Chile comenzó un proceso de cuestionamiento por falta de la defensa de la cultura de la libertad”, concluyó en alusión a los debates actuales en torno a las reformas de libre mercado implementadas en ese país durante las últimas décadas.
En varios casos, la defensa de los principios de un sociedad libre son muchas veces relegados por argumentos utilitarios, observó Bongiovanni sin restarle importancia a estos últimos.
Más tarde, Eduardo Marty, director general de Junior Achievement Argentina (JAA), una fundación educativa fundada en 1919 en Estados Unidos con el objetivo de promover el espíritu emprendedor entre los jóvenes, abordó estrategias para recaudar fondos e hizo hincapié en la necesidad de “comunicar las ideas de forma sencilla a la gente”, una de las consignas que más se repitieron a lo largo de la jornada.
En sus 21 años de existencia la fundación desarrolló en Argentina programas en los que participaron más de 700.000 jóvenes de instituciones educativas de todos los niveles, tanto de gestión privada como estatal.
“Enseñar que es posible crear riqueza”, “robustecer la ética del comerciante”, y “aprender haciendo”, son algunos de los objetivos que destaca Marty. Una de las particularidades de Junior Achievement es su énfasis en los en sistemas pedagógicos alternativos, donde la experimentación y la puesta en práctica de los conceptos enseñados son una arista fundamental de su trabajo.
Según el relevamiento del GGITI, Argentina es el país con mas centros de estudios de América Latina, las 137 instituciones en el país representan un 20% del total de la región.
Agustín Etchebarne es director general de la Fundación Libertad y Progreso (LyP), creada en 2011 a partir de la fusión de tres instituciones es la más consolidada entre las fundaciones de reciente surgimiento. El GGITI ubicó a LyP en la posición numero 6 entre las nuevas organizaciones. Etchebarne destacó la necesidad de un “plan estratégico” definido por una misión y una visión como uno de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de emprender la creación de un tanque de pensamiento”.
Uno de los ejes que guió la disertación de Etchebarne fue la importancia de medir los resultados de las acciones y del trabajo desarrollado.
Según un análisis de Alejandro Chafuen, presidente de la Fundación de Investigación Económica Atlas, publicado en Forbes, LyP —junto al Instituto Ludwig von Mises Brasil— ostentan la mejor relación entre la presencia en Internet y la inversión realizada. Además de los trabajos de investigación y las propuestas de políticas públicas, la fundación liderada por Etchebarne se diferencia por las producciones audiovisuales de alta calidad para difundir sus ideas, aunque sus resultados son volátiles.
Por último, Ricardo Lopez Murphy, exministro de Economía y presidente de la Fundación Civico Republicana, realizó un análisis del contexto económico actual, remarcó la necesidad de trabajar en red, y ante un futuro sombrío para el país recordó que hay que “ser conscientes de cooperar para nuestra propia autodefensa”.
El problema del financiamiento
La inexistencia de una “cultura de donar”, que además se ve debilitada por la alta carga impositiva y el miedo a represalias por asociarse con fundaciones liberales, son algunos de los obstáculos locales que se le presentan a quienes pretenden iniciar un proyecto.
Quizás el mayor obstáculo para las fundaciones sea su financiamiento. La proliferación de los centros de estudios podría generar competencia entre las instituciones a la hora recolectar fondos, sin embargo, para Bongiovanni esto no es así.
La multiplicación de organizaciones permite un “fundraising sinérgico” en el cual las organizaciones afines se potencian unas a otras, dijo.
Los tres expositores coincidieron en dos de los aspectos más relevantes al momento de obtener fondos: Aprender a escuchar y estar interesado en lo que el potencial donante tiene para decir, así como también ofrecer una contraprestación por la donación —desde capacitaciones y reportes económicos hasta cuestiones más simbólicas como el sentido de pertenencia o el compromiso de participación ciudadana.
“No hicimos nada nuevo, copiamos a los exitosos”, dice Etchebarne a la hora de enfocarse en la obtención de fondos para el funcionamiento de las organizaciones.
Por su parte, Bongiovanni recomendó que “todo el personal de la institución esté destinado de una u otra forma a la recolección de fondos”, una de las máximas que aprendió durante su experiencia en Estados Unidos.
Lejos de los presupuestos administrados en Estados Unidos, e incluso de varios institutos de América Latina, la inexistencia de una “cultura de donar”, que además se ve debilitada por la alta carga impositiva y el miedo a represalias por asociarse con fundaciones liberales, son algunos de los obstáculos locales que se le presentan a quienes pretenden iniciar un proyecto.
De acuerdo a Marty, los “costos concentrados y los beneficios dispersos” es uno de los desafíos más grandes que deben superarse a la hora la estrategia .
Los jugadores en ascenso
El espacio disponible para instituciones liberales en Argentina es todavía muy amplio. Gonzalo Blousson, integrante del Instituto Amagi excandidato a legislador de Buenos Aires por el partido Liberal Libertario, siente que “hay un terreno fértil para crecer”.
“Las fundaciones exitosas despiertan admiración y son un ejemplo de perseverancia y dedicación”, concluyó.
Los encuentros de la Red por la Libertad continuarán a lo largo del año para delinear los planes de acción y la coordinación de actividades. El futuro es incierto y las perspectivas para el liberalismo en Argentina son duras, pero como señaló Bongiovanni “no podemos saber cuantas cabezas estamos tocando”.