
EnglishEl sábado 21 de febrero, un incendio en la Casa Rosada —sede del Ejecutivo argentino—, afectó el registro de ingresos y egresos del edificio gubernamental, reconoció este domingo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
El incendio, que se conoce solo un mes después de haber ocurrido, puede haber afectado información vinculada a la denuncia de encubrimiento contra la presidenta Argentina, Cristina Kirchner, y otros altos funcionarios, que presentó el fiscal Alberto Nisman tres días antes de ser encontrado muerto en el baño de su casa.
Fernández atribuyó el incidente a “una sobrecarga en cables viejos” y aclaró que “no sé perdió ningún tipo de información”. “Puede ser que haya afectado alguna parte del sistema pero me confirmaron que hay backup de todo. No se perdió ningún tipo de información”, declaró el funcionario al diario argentino Clarín.
La información corresponde a la puerta de acceso ubicada en la calle Balcarce 24, utilizada principalmente por funcionarios de bajo rango y visitantes ocasionales, quienes deben mostrar una identificación para ingresar. El incendio no afectó los datos de la puerta principal, a través de la cual ingresa la presidenta, ministros, secretarios, e invitados especiales.
“Se borró casi toda la base de datos. La mayoría de los que ingresaron después del incendio son personas ‘nuevas’ para el sistema. No hay registros”, indicaron desde la Casa Rosada a Clarín.
La información —de la que el jefe de Gabinete afirma tener una copia de respaldo— podría permitir verificar la veracidad de algunas de las escuchas incluidas en la denuncia que presentó Nisman tres días antes de aparecer muerto con una bala en su cabeza.
Según el documento firmado por Nisman, Jorge “Yussuf” Khalil —supuesto representante del gobierno iraní en Argentina— era el interlocutor que negoció el plan de impunidad para blindar a los acusados iraníes contra el atentado terrorista de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), un centro comunitario judío de Buenos Aires.
En una comunicación del 27 de septiembre de 2013, transcrita en la denuncia, Khalil le informa al exfuncionario argentino Luis D’Elía, denunciado por Nisman, que estaba en la Casa Rosada. “(La presidente Kirchner) Necesita que el gobierno iraní junto con el gobierno argentino mañana anuncie la conformación de la Comisión de la Verdad”, revelaría Khalil en otra escucha, un día antes de una reunión de alto perfil que mantuvieron los cancilleres de Irán y Argentina, Hector Timerman, también implicado en la denuncia de Nisman.
El futuro de la denuncia de Nisman depende de la decisión de la Cámara Federal de Apelaciones, luego de que el juez federal Daniel Rafecas desestimara la acusación contra la presidenta, y el resto de los acusados. Tras el pedido de dos fiscales de impulsar la investigación, ahora será el tribunal de apelaciones el que defina, en los próximos días, si ordena el avance de la investigación.
Agravios callejeros contra Nisman
Este viernes el centro de Buenos Aires amaneció con afiches con algunas de las fotos que Nisman tenía en su celular. Los afiches, colocados en cestos de basura y en lugares no autorizados, tenían la leyenda”#Todos Somos Nisman?”, en alusión a uno de los eslóganes utilizados en la movilización en homenaje al fiscal a un mes de su muerte, el pasado 18 febrero.
#Nisman. ¿En qué imprenta se habrán hecho estos afiches? pic.twitter.com/ajO0HsXO2F
— Facundo Pastor (@facupastor) March 20, 2015
En el afiche se puede ver una fotografía del fiscal en una celebración privada con tres mujeres, parte de una serie de fotos que se difundió a través de Twitter. Por esta filtración, la jueza de la causa de la muerte de Nisman, Fabiana Palmaghini, denunció el 18 de marzo a la Policía Federal, a la cual responsabiliza por la filtración.
En paralelo, el gobierno argentino ha embestido contra el fiscal Nisman por la supuestamente ostentosa vida del fiscal.
“Se le dieron muchísimos fondos para que esclarezca el caso AMIA y él los dedicaba a salir con minas [mujeres] y pagar ñoquis [empleados públicos que solo asisten a su trabajo para cobrar el sueldo]”, afirmó el jefe de Gabinete, dos días antes que se difundieran los afiches. “Entonces se mofó durante todo este tiempo de 85 víctimas y más de 300 heridos que provocó el atentado. Un sinvergüenza de los que pocos se han visto en este país”, agregó.
El filósofo argentino Santiago Kovadloff cuestionó las declaraciones del funcionario. “Cuando se ataca a un muerto es porque el tipo está vivo. ¿Y que está vivo qué quiere decir? Que Nisman alcanzó un grado simbólico de significación para buena parte de la sociedad argentina que el Gobierno está tratando de decapitar”, señaló.
Para el pensador, “están tratando de matar al muerto”. El filósofo consideró que los ataques buscan que “la figura de Nisman pierda la significación social” y lo hacen atacando el punto “más débil”: su vida privada. “Cuando se ataca alguien hablando de su vida privada se supone que quien lo hace no tiene vida privada, que es solo una purísima figura pública; y sabemos que no es así”, concluyó Kovadloff.