EnglishEn el popular mercado de Comayagüela, en la capital de Honduras, las mujeres saben que caminar exhibiendo cabellos rubios puede costarle la vida. Hondureñas denuncian que integrantes de maras —las violentas pandillas que acechan el norte de América Central— les sugieren cambiar su color de pelo si lo llevan rubio, para resguardar su integridad física. La Policía Nacional lo desmiente, y afirma que son simplemente rumores malintencionados que pretenden generar miedo entre la población.
“Me dijeron que por favor me quitara el rubio del pelo, que era por cuidados al barrio. Al día siguiente me lo quité, pero dos días después una mujer de un marero [pandillero] me dijo que tenía que bajarme más el tono porque no querían a nadie de pelo rubio en el barrio”, relató “Carolina” al diario hondureño La Prensa.
“Aquí mandan los de la [mara Barrio] 18 y ellos nos dicen que estas cosas las hacen por cuidado. Desde los 15 años me he teñido el pelo de rubio y ahora ya no puedo. Yo pregunté quiénes son las mujeres que pueden andar de rubio y dicen que solo las de Los Chirizos”, detalló, en referencia a un grupo criminal enfrentado con la temible pandilla Barrio 18.
Según las denunciantes, el curioso pedido obedece a un código secreto que mantienen las diferentes maras para identificar a sus mujeres a la hora de cobrar el “impuesto de guerra”, un eufemismo para referirse a la extorsión que llevan estos grupos en los mercados.
“Todas las mujeres de los 18 ya andan con el pelo negro. Cuando los vi me dio mucho miedo, pero ellos dicen que las instrucciones son para proteger el barrio. Aunque ya no ando el pelo rubio, siempre tengo temor”, agregó Carolina.
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Las autoridades, sin embargo, han calificado esta información de rumores malintencionados y sostienen que se trata de “crear un clima de inseguridad e inestabilidad”. “Nunca hubo ninguna amenaza contra las mujeres de que no pudieran ingresar a los mercados”, aseguró el portavoz de la Policía Nacional, Leonel Sauceda.
Para Yaacov Levi, experto en antiterrorismo y consultor internacional de seguridad, las denuncias no le parecen descabelladas.
“Las mujeres de la pandilla de Los Chirizos se pintan el cabello de rubio, entonces la mara contraria, Barrio 18 —como la llaman en Los Ángeles— transmitió esta comunicación en el mercado Comayagüela: ‘Si el cabello es rubio vamos a pensar que es de la banda de Los Chirizos y las vamos a matar”, explicó Levi al PanAm Post.
A comienzos de esta semana, una mujer de 41 años fue atacada por pandilleros y sufrió graves heridas en el cuello con un arma blanca. Tras el ataque, comenzó a difundirse una versión que afirmaba que los mareros atacaron a la mujer porque llevaba el pelo rubio. Su hija lo desmintió.
Las prohibiciones que imponen los pandilleros no se limitarían únicamente al color de pelo. También el uso de lycras negras o con estampados tigreados, carteras cruzadas, camisetas de cierto color y la utilización de zapatillas de la marca Nike, entre los hombres, están supuestamente vedados por las pandillas, según denuncias anónimas que cita La Prensa.
“Eso trascendió en un inicio y no fue confirmado. Lo de la vestimenta es un invento más a lo del pelo rubio. Son especialistas para generar miedo en la población”, concluyó el representante de la policía.
Ofensiva contraproducente
Los integrantes de las maras, hasta hace algunos años, podían ser fácilmente identificados por los abundantes tatuajes que cubrían sus cuerpos e incluso los rostros. Pero la política de “mano dura” que impulsó el expresidente hondureño Ricardo Maduro (2002-2006) llevó a los pandilleros a desistir del uso de tatuajes para mantener un perfil más bajo.
Esto, señala Levi, generó un problema mayor, pues la que fue alguna vez la marca registrada de los mareros ya es parte del pasado, y las nuevas generaciones recurren a otras señales para poder identificar a los integrantes de maras rivales.
“Si uno ve a una persona de entre 15 y 30 años de pelo corto, vistiendo jeans y zapatillas de marca Nike” va alejarse porque probablemente se trata de un pandillero, dice Levi.
“La gente que no se va a vestir asi, porque la mara contraria —la Mara Salvatrucha, por ejemplo— va a pensar que es un marero de la 18 y va a matarlo”, agrega, “ya no se los puede identificar, eso es un gravísimo problema de seguridad”.
Ya sea que se trate de un rumor o de una amenaza real, Doris Gutiérrez, diputada por el opositor Partido Demócrata Cristiano instó a la policía a tomar con seriedad las supuestas amenazas.
“Aquí mismo en el Congreso hay personal que se ha tenido que cambiar el color del pelo rubio por miedo. Hemos hablado con la Comisión de Género para ver qué podemos hacer desde el Legislativo. Aunque sea un rumor, conozco mujeres que se han ido a cambiar el color del pelo”, afirmó Gutiérrez, quien sugirió que los órganos de seguridad deben hacer operativos encubiertos en los mercados de la capital.
América Central es la región sin guerras más violenta del mundo. Según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, el país cerró 2014 con una tasa de 66 homicidios por cada 100.000 habitantes. La cifra es sensiblemente menor que los 90 homicidios por cada 100.000 habitantes que hubo en 2011. Para ese mismo año el promedio mundial se ubicó en 7 asesinatos por cada 100.000 habitantes.