EnglishEl capitalismo pocas veces es relacionado con moralidad. Para eliminar esta creencia el libro “La Moralidad del Capitalismo (lo que no te contarán tus profesores)” reflexiona por qué este sistema es el idóneo para crear riqueza, superar el estado natural de pobreza y hacer más libre a la humanidad. Mediante diversos ensayos el libro explica la diferencia entre el capitalismo (entendido como libre mercado) y el capitalismo de “compinches” que es el causante de las crisis económicas como la del 2008.
Para que el capitalismo sea correctamente llevado a cabo tiene que ir de la mano de la libertad económica. El resultado de estos dos factores ha traído progreso a la humanidad más que cualquier otro sistema antes probado. Permite al ser humano tener la capacidad de escoger cómo, con qué realizará su trabajo y poder disfrutar de los beneficios de este.
El sistema capitalista es el que ha permitido que la humanidad progrese a grandes pasos, en poco más de 200 años. La expectativa de vida casi se ha duplicado; y el fácil acceso a medicinas, educación, tecnología, alimentación y a una comunicación instantánea es gracias al sistema. A pesar de eso, en la actualidad se cree que el capitalismo es culpable de muchos de los males de la humanidad.
“La Moralidad del capitalismo” es un conjunto de ensayos cuyos autores incluyen a dos premios Nobeles, Mario Vargas Llosa y a Vernon Smith y una entrevista realizada por Tom Palmer al cofundador de Whole Foods Market, John Mackey. En las cuatro partes de libro se analizan las virtudes del capitalismo emprendedor, la interacción voluntaria y el interés propio, la producción y la distribución de la riqueza y la globalización y el capitalismo.
En la entrevista, Mackey expone su idea del “capitalismo con conciencia” y nos explica que “el capitalismo y la actividad empresarial son las fuerzas de bien más poderosas del mundo”. Él expone que el capitalismo y la actividad empresarial no es nada más que personas cooperando entre sí para crear valor para otras personas y para ellas mismas. Mackey se define como un emprendedor, por lo tanto un optimista; e insiste en la necesidad de cambiar lo que se dice del capitalismo, para demostrar que se trata de crear valor común, no solo para unos pocos.
La competencia y cooperación son explicadas por David Boaz, quien resalta la importancia de esas actividades al establecer que el mercado es un conjunto de personas que compiten para cooperar. Según Boaz, la cooperación es tan esencial que el ser humano ha creado instituciones que la posibiliten, como los derechos de propiedad, la intervención limitada del gobierno y el Estado de Derecho.
El libro también habla sobre el debate sobre la igualdad como un fin y un valor en sí mismo. Frente a esto, el filósofo ruso Leonid V. Nikonov argumenta que la desigualdad es la pre-condición de los intercambios, sin la cual toda esa actividad no tendría sentido. Sería ilógico esperar resultados iguales de un intercambio, porque de ser así, se perdería la razón fundamental de la actividad, que es mejorar la situación de las partes que lo realizan.
Frente a los detractores del capitalismo, quienes abogan por una redistribución de los recursos disponibles para que el resultado del mercado sea “socialmente justo”, el economista alemán Ludwig Lachmann, explica cómo la propiedad, riqueza y recursos, combinadas a la habilidad de los emprendedores, modifican los procesos de mercado y crean más riqueza. En este sentido, Lachmann sostiene que el mercado no es juego de azar, sino un juego de destreza.
Igualmente, la relación entre la intervención del gobierno y el bienestar económico también se incluye en este análisis. Según el economista sudafricano Temba A. Nolutshungu, el grado de libertad económica que los gobiernos permitan ejercer a los individuos influye directamente en los resultados económicos obtenidos. Nolutshungu afirma “no es lo mismo la libertad política y el bienestar económico, aunque es posible que exista un vínculo entre ambos. El bienestar económico es una consecuencia de la libertad”.
El libro cierra con un ensayo de Mario Vargas Llosa sobre la cultura de la libertad. El ganador del premio Nobel explica los efectos de la globalización en la llamada “identidad cultural” de los pueblos. “Las culturas necesitan vivir en libertad” sostiene Vargas Llosa, mientras rebate la idea que esta identidad haya sido estática a lo largo del tiempo y critica a quienes abogan por preservarla.
Vargas Llosa advierte sobre el peligro de una arbitraria preservación de identidad cultural, tal como demuestra la experiencia de los países que vivieron en un Estado-nación. La ventaja de la globalización es que poco a poco permite que cada individuo construya su propia identidad cultural por medio de sus preferencias, no por lo que los gobiernos determinen.
Tom Palmer nos invita a reflexionar sobre los argumentos expuestos en el libro. Esta es la lectura ideal para aquellos que conciben al capitalismo como uno de los peores males actuales y para los liberales que no entienden el aspecto ético del capitalismo. Dejando de lado por un momento los números y gráficos que demuestran las ventajas del sistema, el libro desmitifica al capitalismo como un sistema egoísta. En palabras de Vernon Smith, al referirse a los mundos de intercambio dentro del mercado, “hay que dar para recibir”.
El libro en inglés ha sido publicado por Atlas Network y Students for Liberty. En español en conjunto por Fundación para el progreso, Instituto CATO, Atlas Network y Estudiantes por la Libertad.